Murray Head – Say It Ain't So (Island 1975)
Tuvo que lidiar con la etiqueta de actor para adolescentes, debido a su cara bonita y a que fue reclamado en films de dudosa calidad, más bien comerciales. Pero era un excelente compositor de pop con efluvios folk y así lo demostró en un sugerente disco de debút, "Nigel Lived", secundado por este segundo álbum, más melancólico y tenso, casi inspirador de esa generación de perdedores sónicos que ahora capturan nuestra atención. Y ya no pudo hacer mucho más; seguramente se agotó ante tal despliegue de imaginación y bucolismo. Siguió en el mundo del cine comercial, vivió mucho tiempo en España y se le conocieron infinidades de romances con estrellas del alterne vulgar cinematográfico. pero aún hay gente que recuerda aquél muchacho tímido de voz resquebrajada que nos hizo llorar con su ternura y con momentos rebosantes de pasión. Momentos que inundan este disco.
The Chocolate Watchband – The Inner Mystique (Tower 1968)
En la soleada California se cocían bastantes productos químicos relacionados con el sonido. Si por el norte se confeccionaba un hallazgo regado de esperanza hippie, por Los Angeles todo rezumaba un cultivo de ácido lisérgico despampanante. El que tenían grupos de tinte garagero como los Standells y, especialmente, estos psicóticos Chocolate Watchband, cuyo segundo Lp es un trallazo de viaje eléctrico estremecedor para volar hacia espacios mentales infinitos. Guitarras tremebundas y voces agridulces en parajes de cosmos de energía decibélica. Toma ya definición!!
Spiral Starecase – More Today Than Yesterday (Columbia 1969)
Sacramento, capital administrativa del estado de California. Pocos grupos recordamos de aquella localidad, porque todos los que allí nacían se largaban de inmediato a San Francisco, a pocas millas de allí. Pero de Sacramento eran Spiral Starecase, una banda multiforme de pop almibarado y enriquecido por dosis altas de Sunshine. Muy alegres, muy optimistas y... muy efímeros. Su único LP contenía gemas preciosistas que contrastaban con lo ácido del momento, sus pintas tampoco es que hicieran mucho por la labor y, tras un Lp de presentación tan excitante como olvidado, pasaron a mejor vida, a pesar de tener un éxito en ciernes (la canción que da título al álbum). No es que se les echara mucho de menos, pero ahora, tras el paso inexorable del tiempo, descubrimos las esencias de un trabajo bien calibrado de pop cristalino apoyado por dos excelentes secciones de viento y cuerdas. Soul pop blanco en estado purísimo!!
Joe Walsh – Barnstorm (ABC/Dunhill Records 1972)
Walsh era, comparativamente, el Clapton americano. Militó en los tres y fundamentales discos de James Gang y fue requerido por un buen número de músicos por su versatilidad y su elegancia tocando la guitarra. Su primer Lp presenta una conjunción de caminos por los que se encontraba cómodo; esencias de blues, country rock y herencias psicodelicas que se traslucen en un álbum cambiante y, a su vez, homogéneo. La pulcritud de sus fraseos, su bien timbrada voz y los ayudantes que empleó en el disco elevan a un gran nivel el talento que venía demostrando desde hacía años en sus colaboraciones. Era preciso que tomara relevancia y adoptara bajo su propio nombre una serie de discos formidables que dan comienzo con este LP. Un disco mucho más vibrante de lo que el reconocimiento le ha dejado.
Pete Shelley - Homosapien (Genetic 1981)
Tras la debacle de los Buzzcocks, las dos cabezas visibles de la banda iniciaron caminos separados, era la única solución para no matarse. Shelley era, de sobras es sabido, el genio real de la banda, pero nadie se esperaba el concepto que iba a abrazar en su primer disco, un LP electrónico de música experimental que nada tenía que ver con el espíritu pop-punk de su banda; aquél paso en falso se llamó "Sky Yen". Afortunadamente, su regreso al mundo del rock fue aplastante, recuperando el sonido del último álbum de Buzzcocks, que contenía algún atisbo, leve hay que decir, de tecno pop. Nada de qué asustarse, las canciones de "Homosapien" siguen siendo urgentes, energéticas y cargadas de pop irresistible y escucharlo ahora mismo es como respirar a pleno pulmón oxígeno sin manipular, realidad nada transgénica, vamos.
Jay & The Techniques – Love, Lost & Found (Smash 1968)
A pesar de que sus pequeños hits los consiguieron al principio de su carrera, en el 66, con su álbum de debút "Apples, Peaches, Pumpkin Pie", es con su segundo Lp, dos años después, cuando logran establecer un hilo común entre el sonido Soul del norte y lo que tiempo después se llamará Disco Music y se afincará en Filadelfia. Ellos eran también del estado de Pensylvannia y de ahí la conexión, pero sus canciones tenían un brío inesperado para ser catalogables como precursoras reales de la disco music; realmente yo los encuadraría como Northern Soul. Su elegancia estaba a la altura de sus composiciones.
IMPECABLES
The Tremblers – Twice Nightly (Johnston Records 1980)
Peter Noone era uno de los "pretty faces" británicos más reconocidos del merseybeat 60's. Formaba parte de los encantadores Herman's Hermits, cuyos discos eran la parte más deleitable y menos agresiva del beat. Tras una serie de álbumes que triunfaron plenamente en los Estados Unidos, acabó viviendo allí y metiéndose de lleno en el mundo de la televisión. Guapo era, desde luego, y muy inglés, que eso llamaba la atención. Nadie puede discutir lo buenos que eran los discos de Herman's Hermits, pero Peter no quería volver a recuperar ese ambiente tan sixties y su regreso a la música estuvo marcado por el creciente fenómeno del power-pop, una música irresistible que bebía de las fuentes beatle y le dotaba de una energía más americana. Él no sabía que el power-pop era tan fantástico como ignorado y que, pese a tener todos los ingredientes para ser consumido por masas, acabó siendo un movimiento muy muy minoritario (excepto algunos casos como Cheap Trick o Tom Petty). La cuestión es que montó su grupo de power-pop para manufacturar un LP imponente, ortodoxo del género e imposible de superar. Y no vendió, ni siquiera para darle la confianza necesaria para continuar. Y ahora, casi treinta años después, lo descubrimos como un disco embriagador de pop fulminante y contagioso. Power-P-U-T-A-D-A.
Tea & Symphony – An Asylum For The Musically Insane (Harvest 1969)
Cuando en Inglaterra se conjugaba el Folk y la psicodelia se encontraron tesoros difíciles de catalogar; eran posicionamientos increíblemente originales y dejaron un legado insuperable. Muchos grupos vertieron su talento en una serie de ráfagas y se secaron. Eso pasó con Tea & Symphony, un trío de iluminados que logran un disco soberbio donde los paisajes ácidos se combinan con sentido del humor planeando sobre todo el álbum un ligero ambiente pop que lo hace encantador. En algunos instantes hay paralelismos con el sonido irreverente de Daevid Allen y sus Gong, incluso a Kevin Ayers en su etapa más bohemia. En definitiva, es una joya para degustar en plenas facultades patafísicas (o así).
Jo Mama - Jo Mama (Atlantic 1970)
Muchos conspiradores del sonido sureño americano coincidían en buscar otros refugios en los que mostrar su diversidad, Jo Mama era una banda versátil en esto, con dualidad de voces masculina/femenina, ciertos atisbos de herencia hippie de San Francisco, fuerza del soul negro (militaban en la Atlantic, toda una declaración de principios), actitud bluesera y gotas sugerentes de latin; conclusión: un grupo excitante de canciones densas y cargadas de alma. Hicieron sólo dos LP's, los dos brillantes, pero quizá el primero contiene la mayor carga anímica de su estilo, sobrecargado y sobrecogedor, todo en el buen sentido, por supuesto.
The Seeds – A Web Of Sound (Crescendo 1966)
Catalogados habitualmente como grupo de Garage, Los Seeds de Sky Saxon no eran muy tópicos al respecto. Su música caminaba en torno a diversas experiencias, desde el blues hasta lo folk, sin dejar de lado el movimiento psicodelico, del que, obviamente, formaban parte. En 1966 hicieron aparición con sus dos primeros Lp's, éste fue el segundo, no tan arrebatado como su predecesor, pero mucho más emocional y creativo. Su agresividad se redujo lo suficiente como para dejar entrever esas esencias melódicas que parecían ocultas en su primer trabajo y, aunque en este segundo álbum no hay gemas de la talla de "Pushin' Too Hard" o la gloriosa "Can't Seem To Make You Mine", el conjunto global del LP parece más elaborado, mejor grabado y fantásticamente estructurado. No es de extrañar que a ellos no les gustara especialmente la etiqueta de "Garage" como definición de su música.
Green On Red – Scapegoats (China Records 1991)
Uno de los últimos reductos de sonido americana a principios de los 90. Dos músicos de gran talento compositivo, Dan Stuart y Chuck Prophet, en plena efervescencia de creatividad, tras varios discos anteriores (todos magníficos) que cristalizan en un trabajo desértico y lleno de porciones eléctricas. En sus inicios, salpicaron sus canciones con elementos psicodelicos, pero luego se centraron en recorrer con sus guitarras afiladas el estilo de rock americano con bastante raíz en clásicos como Dylan o Murphy. Cuando llegan a este álbum parece que lo hacen con la lección bien aprendida. Glorioso!!
The Troggs – Love Is All Around (Fontana 1968)
Condenados a ser flor de un día a consecuencia de su mastodóntico éxito "Wild Thing", nunca se valoró lo suficiente a un grupo atrevido, precursor del Glam y seductor como pocos. La presencia impactante de Reg Presley, su descaro y arrogancia, junto a la actitud del resto de la banda y a una serie de canciones formidables, hicieron poca mella en la prensa, que siempre les recordó por su primer disco "From Nowhere", mucho peor que álbumes como éste, editado en principio para el mercado americano y, como he dicho antes, iniciático en el posterior advenimiento del Glam. Y, además, a mi me gusta mucho más "I Can't Control Myself", que está aquí, omnipresente.
The Dependables – Klatu Berrada Niktu (United Artists 1971)
Una de las primeras muestras de supergrupo; de las cenizas de los magistrales Millennium y los psicóticos Blues Magoos nacen Dependables pero, al contrario que sus bandas embriones, ellos conectan con el Soul y lo graban con acentos algo ácidos. El resultado da un gran álbum que no tuvo continuidad, posiblemente por las personalidades enfrentadas de Joey Stec y Ralph Scala, junto a Ron Gilbert, y es que es bastante complicado aunar estilos antagónicos como lo que ellos estaban empleando con la influencia negra y el reducto que les quedaba de la psicodelia, por no hablar de las procedencias, Nueva York y California. En todo caso, legaron un álbum incandescente que posee mucho ritmo y una instrumentación rica. Desgraciadamente no tuvo repercusión y eso acabó por confinar al grupo al olvido y la disolución. Como es habitual, ha sido descubierto muy tarde, pero por lo menos ahora se reconoce su altísimo nivel.
Chuck Willis – King Of The Stroll (Atlantic 1958)
Un inconmensurable vocalista de Blues y R&B que no tuvo tiempo para expresar todo su talento. Con sólo dos discos en el mercado y un puñado de singles, su voz aterciopelada manejaba las canciones con una suavidad que contrastaba con la fiereza de sus contemporáneos. Conocido como "King Of Stroll", utilizó su apelativo cariñoso para titular su segundo y último LP, un esmerado tratado de R&B con tesitura soul y enorme capacidad de seducción. Inspirador años después de Elvis, Sam Cooke, Charlie Rich y Otis Redding, sus baladas crearon escuela hasta que una peritonitis se lo llevó por delante. Demasiado pronto.
Tomorrow - Tomorrow (Parlophone 1968)
Artefacto de la psicodelia btritánica elemental. Portador de músicos con talento sobrado, entre los que destaca el guitarrista Steve Howe (más tarde fundador de Yes) o el vocalista Keith West. Degustar este LP es como regresar al instante en el que el sonido Beat inglés despertó hacia senderos más complicados, buscando instantáneas y encrucijadas con flashes hipnóticos y entramados de guitarras alucinantes. Nadie se explicó lo inmediato de su ruptura, ya que West no se empleó a fondo en ningún proyecto personal y Howe tardó lo suyo en formar el combo progresivo de Yes (aunque tuvo tiempo de participar en otra interesante banda, Bodast). Adoradores de la etapa más psicótica de los Beatles, entroncan perfectamente con la época post Sgt Peppers.
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