LA RADIO COMO SISTEMA DE COMPARTIR PASIONES

LOS 39 SONIDOS es un programa de radio que se escapa a las funciones tópicas de un espacio musical al uso. La idea es la de compartir sensaciones sónicas a través de un pequeño/gran club de apasionados por melodías creativas.
Combinando canciones del pasado con composiciones del presente, recuperando discos mágicos añejos y mezclando esos sonidos con algunos discos que surgen de ahora mismo y que nos dan a entender la necesitad de vibrar tanto con lo de antes como con lo que nos rodea, huyendo de las vulgares interpretaciones de las multinacionales, que corroen la creatividad.
Este es un programa de canciones, de buenas canciones, nuestras mejores amigas; pero también es un programa de gente que crea arte sónico, que hace discos eternos o, por lo menos, que son eternos durante un periodo que nos hace las cosas más dulces.
En fin, hablamos sobre sentimientos que provocan los decibelios, discos,canciones, discos y canciones.
LOS 39 SONIDOS se emiten cada lunes en directo, desde las 9 hasta las 12 de la noche y es grabado instantáneamente para ser colgado al día siguiente.
Pero, para degustar el programa en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo mejor es ir a: http:los39sonidos.podomatic.com
Buen provecho!

sábado, 6 de diciembre de 2014

20 NUEVOS ALEGATOS SÓNICOS PARA PERTURBARSE EN SOLITARIO (O EN BUENA COMPAÑÍA)

The Monochrome Se – Eligible Bachelors (Cherry Red 1982)
Una de las bandas que surgieron del punk y que aprendieron la lección más rápidamente. No se trataba de vivir con urgencia, explotar al segundo y pegar patadas por doquier; también se requería un ensamblaje cultural que dignificara la idea. Bid era un tipo listo, cantante de gran registro y se rodeaba de un elenco de buenos músicos y amigos. The Monochrome Set dieron un empuje a aquella generación que se nutrió del punk y que luego se empleó a fondo con tesituras de pop sólido, que igual bebían de la psicodelia como del beat, logrando formidables LP's que acabaron siendo lo más elevado de los 80. No sé si su mejor LP sería "Strange Boutique", "Love Zombies" o éste "Eligible Bachelors", los tres son barbaridades que empujan con fuerza nuestros pabellones auditivos hacia el éxtasis, pero mirad, aunque sea por sólo está canción...




Paladin - Paladin (Bronze Records 1971)
En los inicios del sonido progresivo británico, existían grupos que, además de la herencia psicodelica, buscaban otros matices con los que aumentar el nivel experimental de su música. Peter Solley y Keith Webb eran músicos de sesión que habían estado girando con Terry Reid (el que debió sustituir, en principio, a Brian Jones en los Stones) y en su gira americana descubrieron la mixtura de bandas como Santana, que incorporaban ambientes latinos al rock ácido. Con esas influencias montaron Paladin, un grupo apoteósico en instrumentación, contundente en ritmos y agresivo en contexto. Sólo editaron dos LP's, el primero de ellos absolutamente magistral; el segundo sucumbió ante la hornada hard y perdió parte de esas señas de identidad que los emparentaron, momentáneamente, con Traffic. Inclasificables, exquisitos, atrevidos y vanguardistas, la frescura de este álbum sigue cautivando.



Fred Neil – Fred Neil (Capitol 1966)
Uno de los inspiradores del momento folk que vivió el Village en Nueva York a mediados de los 60; incluso dejó su impronta en una época determinante de Bob Dylan. El tercer LP de este músico de Ohio, que recaló en NYC en el mejor momento de la escena Bleecker, es apasionado y teatral; tuvo otros dos discos anteriores, centrados en ambientes mucho más acústicos y políticos, cercanos a su amigo Phil Ochs, pero aquí recompone su estilo literario hacia cotas más altas, con alta poesía onírica que también revela su intención de crítica a la sociedad. Musicalmente también avanza mucho, ya que incluye más instrumentación y sus canciones toman un relieve superior, perfecto para lo pasional y amargo de su voz. La canción que abre el disco fue usada también por uno de sus más claros admiradores, el también colosal Tim Buckley.
Un paraíso de metáforas literarias musicalizado con exuberancia y genialidad.



XIT – Plight Of The Redman (Rare Earth 1972)
Indios originales nativos que introdujeron en el rock muchos ambientes de su música tradicional. Pocos o ningún otro grupo tenía esa influencia, ya que Redbone eran latinos, aunque se disfrazasen de pieles rojas.
Procedentes de Nuevo Mexico, de Albuquerque, sus dos LP's eran realmente raros, combinando soul, rock, psicodelia y ritmos tribales indígenas. Incluso en ciertos momentos cantaban en la lengua vernácula de los navajos, la tribu de la que descendían. pero no penséis que su música era complicada, todo lo contrario, dibujaban sonidos atrayentes y podían haber conseguido una cierta repercusión. De todos modos, sus dos discos estar repletos de buenas canciones que, a pesar de tener comienzos propios de la música india, acababan dentro del pop de la época.
Las letras ya eran otro cantar, dejando claro el expolio al que habían sido sometidas las razas autóctonas norteamericanas a consecuencia de la codicia del hombre blanco.



The Raincoats - The Raincoats (Rough Trade 1979)
Uno de los artefactos del post punk británico que más dio que hablar. Grupo de chicas que provenía de las tremendas Slits y que estaba formado por cuatro mentes brillantes femeninas, Gina Birch al bajo, Ana Da Silva a la guitarra (sí, la mami de Kitty, Daisy & Lewis), Vicky Aspinall a la segunda guitarra y al violín y la carismática Palmolive (Paloma Romero) a la batería. Su aspecto amateur, sus instrumentaciones de juguete y la simplicidad de sus melodías arremetió contra toda la escena after, inundada de pájaros de mal agüero, cabellos pelopincho y demás arquetipos ficticios de los siniestrillos que se movían tras el empujón punk. Su primer Lp es una tromba de pop rudimentario y fascinante, juvenil y espontáneo, inspirado y sin pretensiones, que redondeó un disco vibrante y de alma femenina. Inspirador y nunca superado.



Black Pearl - Black Pearl (Atlantic 1969)
Uno de los más grandes grupos del garage americano fue The Barbarians, con una imagen provocadora de pelos muy largos para la época; de hecho, una de sus canciones emblemáticas hablaba de eso "Are You A Boy Or Are You A Girl?". El batería de los Barbarians tenía también otra peculiaridad, era manco, tocaba con una mano de hierro. Cuando el grupo decidió hacer una serie de conciertos, entre los que se encontraba el de Boulder (Colorado), Moulty, que así se llamaba el batería, se negó a ir y la banda dejo de existir. Nadie sabe la razón de aquella decisión, pero el grupo tenía que dejar de llamarse como hasta entonces, ya que Moulty tenía una importancia vital en la imagen de la banda. Así nació Black Pearl, con los tres miembros restantes y dos incorporaciones nuevas, con unas influencias algo dispares y un foco central como ejemplo, James Brown. Por eso su mezcla de soul y hard rock era, además de contundente, pegajosa y rítmica, aunque guardaba parte del encanto del garage de su anterior formación. Un disco maravilloso y desconocido.



The Mystic Number National Bank - The Mystic Number National Bank (Probe 1969)
La escena de Kansas City estaba determinada por el clasicismo en el rock 'n' roll, bastante country y algo de blues; no era habitual encontrar grupos que buscasen salidas más, digamos, complicadas. Mystic Number National Bank sólo pudieron hacer un Lp, nadie les prestó el más mínimo caso, a pesar de que el sello apostó por ellos, grabándoles un disco y haciendo una portada realmente impactante, ya que es una caja fuerte que se abre en forma de gimmick (como una doble portada, en la foto no se aprecia). La música era realmente ácida, aunque con atisbos de hard rock. Bob Sebbo y Dave Lorenz llevaban la parte guitarrística, mientras que Glenn Walters y Russ Booth se encargaban de la sección rítmica. En algunos momentos observamos cómo el blues enfervorecido y psicodelico que utilizaban, concuerda con el espíritu de los Stooges. Este es uno de esos discos que son aparcados por el infortunio, sin premeditación ni alevosía, pero sí con injusticia.



Chad & Jeremy – Distant Shores (Columbia 1966)
No parecía que Chad Stuart y Jeremy Clyde salieran de su entorno beat fácilmente; ellos se movían en terrenos de merseybeat durante la primera mitad de los 60, en la onda de Peter & Gordon, por poner un ejemplo. Pero viajaron a los USA, descubrieron a Dylan y se zambulleron en corrientes que acabarían desembocando en la psicodelia. Pero no, no eran eso exactamente; iban de camino cuando hicieron dos discos deslumbrantes, "Of Cabbages And Kings" y, un año antes, el lujurioso "Distant Shores", un oficioso boletín de cómo unos muchachos ingleses imbuídos de sunshine pop atraviesan senderos de preciosismo barroco que deja a un lado todo el proceso beat anterior.
Como es lógico, después del baño californiano, jamás regresaron a sus orígenes; ni falta que hacía.



Bonzo Dog Doo Dah Band – Gorilla (Liberty 1967)
Colectivo de músicos, actores, poetas y artistas en general, con gran sentido del humor, corrosivo y terriblemente 'british' (como Monty Python). Amigos de los Beatles y, en cierto modo, conectados con el espíritu lennoniano, su primer álbum es un cocktail de jazz, pop, blues, folk e irreverencia sutil. Sólo el comienzo del disco, con el "Cool Britannia" en plan rock, es para dejar claro sus disparos de cinismo. En cierto modo es una recreación del pop psicodelico embadurnado con aspectos de music hall y melodías muy "Made in England". Muchos piensan que los Bonzos (como así se les conocía) no eran un grupo exactamente de rock, pero supongo que los parecidos con los Kinks, cuando se ponían bordes con el cabaret, tenía bastante parecido.
Al frente estaban Vivian Stanshall y Neil Innes, dos cerebros innatos para la crítica social, que también empleaban su tiempo con obras de teatro experimental.
Un hallazgo sin comparación posible.



Mighty Baby – Mighty Baby (Head 1969)
De las cenizas de un grupo absolutamente Mod como fueron The Action, nacieron estos Mighty Baby. Si os dais cuenta, el proceso de evolución del ambiente mod hacia la psicodelia era inevitable, lo hicieron en su última etapa Small Faces y también los Who, así que no era de extrañar este cambio. Pero seguramente, buscando la congruencia, The Action cambiaron su nombre y toda su estética, luciendo vestimentas protozoicas y luces amébicas. El destino discográfico se configuró en un álbum rebosante de ingenio y cargado de inspiración orientalista, como buenos británicos. Quizá choca la imagen de la portada, más proclive en una banda de hard rock que en ellos, pero la carpeta interior y lo que se encuentra dentro entra completamente en la idiosincrasia de la constelación psycho.



The Honeycombs - The Honeycombs (Pye 1964)
En plena eclosión del fenómeno pop británico exportado a los USA, The Honeycombs eran un perfecto ensamblaje de compositores, productores e iconografía beat. El avispado Joe Meek cogió las riendas de esta banda de Hackney con chica a la batería (sorpresa, para aquellos años) y la dupla de compositores Ken Howard y Alan Blaikley, que tenían contactos en la BBC para hacer explotar al grupo. Tuvieron algún éxito esporádico y su primer LP es un tratado perfecto de aquellos años de agilidad pop y swingin' London. Con voces engominadas a lo Gene Pitney, sus melodías eran diáfanas y contagiosas; idóneas para triunfar fuera de sus fronteras. Pero no fue así y, tras un segundo LP decepcionante, se disiparon entre la niebla. Aún así,este primer trabajo es entusiasta y atrapa desde el primer momento en que la aguja descansa sobre sus surcos.



Dirty Looks – Dirty Looks (Stiff 1980)
La escena de Nueva York es tan rica como diversa; creo que esa ciudad ha dado de todo, y todo bueno, o casi. Desde Staten Island se pergreñaron las mejores formas del Power-Pop, gracias a los innegable Nerves (ya sabéis, Paul Collins, Peter Case y Jack Lee), pero la fusión entre el punk y el pop dio facetas abrasadoras que se mostraban aún más enérgicas que al otro lado del océano, donde los ingleses buscaban más su look que su sonido. Dirty Looks fueron fichados por el sello británico clásico de la nueva ola, Stiff records, seno de Elvis Costello, Nick Lowe, Ian Dury y tantos adalides del género. Ellos eran unos iracundos defensores de la melodía, pero la rodeaban de un halo de urgencia sólo comparable al mejor punk del 77. El resultado: dos discos fieros e irresistibles; el primero sobre todo. Too Much Too Son, que dirían aquellos otros.



Ian Hunter – You're Never Alone With A Schizophrenic (Chrysalis 1979)
Tras una impecable carrera junto a Mott The Hoople, Hunter inició una trayectoria en solitario contando con grandes amigos para que le ayudasen a realizar asombrosos discos de pop atemporal, cercanos a Bowie, Lou Reed y Dylan, los músicos que más le influyeron. Con la participación de Mick Ronson, que había sido abandonado y se quedaba sin sus arañas de Marte, John Cale o Mick Jones fue haciendo discos realmente brillantes. Difícil es elegir entre los 5 primeros, aunque quizá el paso de los años, nominan a este álbum como la barbaridad que en realidad es. Rock con toneladas de melodía, actitud e incluso clima.
Sin parangón, desde luego.



Barbara Acklin – I Did It (Brunswick 1970)
Los primeros pasos de esta mujer de Chicago estuvieron amparados por su primo, el músico de R&B y Jazz Monk Higgins, bajo el nombre de Barbara Allen. Cuando utilizó su nombre real, en muchos casos con composiciones propias, sofisticó su herencia bluesy hasta coquetear con el llamado smooth jazz, aunque en realidad ella estaba inmersa en el soul del norte, menos carnoso que el sonido de Stax o Atlantic, aunque no tan pop como el de Motown. Sus discos (este es su cuarto álbum) eran tratados de música negra sugerente y sensual, proclives a buscar el ambiente por encima de los estribillos, de ahí sus concomitancias con el jazz vocal de, digamos, divas como Nina Simone. Su voz era más suave que la de las mujeres negras al uso, al igual que las canciones que interpretaba, pasteles embelesados que seducían inmediatamente al oyente.



Spacemen 3 – Playing With Fire (Fire 1988)
Siempre se ha dicho que, si las influencias son interesantes y el talento se encuentra innato en el artista, el resultado final es extraordinario. En la pequeña población británica de Rugby, bajo los efluvios de Velvet Underground y los Stooges, un inquieto joven llamado Pete Kember (conocido luego como Sonic Boom) se alía a Jason Pierce (J Spaceman), que absorbía las enseñanzas cósmicas de Hawkwind, Sun Ra o los correos cósmicos del krautrock, para crear una banda fuera de lo común en el panorama shoegazer inglés. Imbuidos por ciertas sustancias químicas y por el gospel negro, nacen Spacemen 3 y debutan con un caustico "Sound Of Confusion", adrenalínico, desesperado y nervioso, a medias tintas entre el Iggy Pop más exaltado y el climático estado psicótico de 13th Floor Elevators. Luego entregan "The Perfect Presciption", otra obra estremecedora de ácido eléctrico sonoro. Pero se confirman en un disco más delicado, menos salvaje y mucho más elaborado. Obra maestra de las últimas encarnaciones del pop psicodelico inglés.



Utopia – Deface The Music (Bearsville 1980)
Posiblemente, el músico más sorprendente de la historia sea Todd Rundgren, alguien de quién se ha hablado constantemente; bien por sus producciones, el mecenazgo de los New York Dolls, obras maestras como "Something/Anything" o "A Wizard A True Star", en consonancia con el Pet Sounds de los Beach Boys, por sus comienzos con los excepcionales Nazz, etc, etc.
Con Utopia hizo cosas tan dispares como disparatadas, discos de sonido progresivo, rollo cósmico, aires orientalistas... y pop.
Bueno y malo a partes iguales, aunque su talento fuera innegable.
Con "Deface The Music" hizo un exuberante homenaje a Beatles, un disco rebosante de canciones inmediatas de pop con aires beat. Sí, suena a aquellos Beatles antes de su conversión a la psicodelia, pero las canciones no son versiones, sino que se inspira en estribillos y melodías reconocibles para hacer sus propias composiciones. En fin, nada nuevo bajo el sol, aparte del ingenio que suponía sonar como el 65 en la efervescencia de la nueva ola.
Grandes canciones, así de simple (y de complicado).



Country Funk – Country Funk (Polydor 1970)
Como tantos otros, un impecable disco único. Principio y final de una banda que no guardaba mucha relación con el nombre que se pusieron. En principio estaban en la misma constelación que Crosby, Stills, Nash & Young o los primeros tiempos de Poco, con Richie Furay al frente, ficharon por un sello potente y sacaron su LP a principios del 70. Como las ventas y la fama no llovían del cielo en aquellos años y, parece ser, la compañía no apostó fuerte por el disco, las expectativas no se tradujeron en ventas, a pesar de que el disco esl un álbum perfecto de rock con raíces y comparable a los mejores momentos de The Band (que ya es decir bastante). Los finos toques de psicodelia pulen un esmerado trabajo en la producción, muy del momento, heredero del espejo hippie de años antes.
Por cierto, Beck, cuando era un niño prodigio, sampleó este disco.



The West Coast Pop Art Experimental Band – Part One (Reprise 1967)
Uno de los grupos prototipos de la mejor psicodelia americana, debido en parte a la expresión de sus componentes; Michael Lloyd (sólo al principio), que andaba por entonces junto a Kim Fowley, el increíble Bob Markley, un extraordinario compositor de química pop aderezada con arreglos extraterrestres y los hermanos Dan y Shaun Harris, otros buenos aderezos para el desarrollo de una banda realmente original en la epopeya ácida de la costa oeste. Comprometidos políticamente con grupos de izquierda intelectual, sus letras eran corrosivas y repletas de arengas anti establishment. De ellos es aquella frase que se hizo histórica décadas después y que rezaba: "Imagina que ellos montan una guerra y nadie acude". Su segundo LP fue un tratado ortodoxo de rock vertiginoso.



Urusei Yatsura – We Are Urusei Yatsura (Ché Trading 1996)
La importancia de la música escocesa en los últimos veinte años se ha multiplicado abrumadoramente, especialmente en la ciudad de Glasgow, la segunda más grande de todo el Reino Unido. Elaine Graham, Fergus Lawrie, Graham Kemp e Ian Graham se conocen en el instituto (dos son hermanos) y su pasión por los sonidos crudos neoyorkinos les conmina a formar una banda. Tras un primer EP, debutan con un álbum tridimensional de distorsiones pop que enlazan estribillos tan directos como eficaces y redondean la cosa en un LP plagado de singles incontestables, de actitud desafiante y de melodías adrenalínicas. Son parte de la penúltima generación de grupos independientes británicos que muestran sus armas como una agrupación de nombres en una agenda invisible de talentos que abren paso al futuro del rock.
Los 90 fueron gloriosos gracias a bandas como ellos.



Bobby Charles – Bobby Charles (Bearsville 1972)
Fue el compositor de "See You Later, Alligator" y con eso ya tuvo para vivir de rentas durante toda su vida. Nativo de Lousiana, su rock 'n' roll pantanoso sirvió para decorar la escena de Nueva Orleans a finales de los 50, pues muchas de sus canciones fueron interpretadas por los genios locales (Jerry Lee Lewis, entre otros). Al cabo de unos años se decidió a volver a los estudios de grabación para rubricar su primer LP real (todo lo de antes eran singles), De esas sesiones nació un álbum, compulsivo se soul-rock-blues-gospel que sorprendió a todos los que esperaban de él un regreso al sonido añejo del rock-a-billy. Inspirado en sus creencias religiosas y en la influencia negra, Charles construyó un trabajo en el que la ayuda de la amistad fue importante (The Band estaban implicados en el proyecto y, aunque nunca se afirmó con rotundidad, Bob Dylan). Disco abrumador del profundo sur.











































sábado, 6 de septiembre de 2014

20 GEMAS QUE COMBATEN LA TRISTEZA Y PROPORCIONAN PLACER SÓNICO

Aquí están los últimos 20 discos que he ido colocando en mi Facebook como "Discos del día". Espero que os exalten lo suficiente como para sentir la pasión por las buenas vibraciones.


The 5 Royales - Dedicated To You (Sing 1957)
Paralelamente a la generación del Rock 'n' Roll blanco, una explosión de músicos negros estaba generando excitantes combinaciones que partían del Blues y del Gospel. Eran jóvenes que habían estado cantando en coros de iglesia y que ya habían coqueteado con el Doo-Wop, por eso estaban intentando sacar algo en claro de la herencia bluesy. Era el R&B que se había instalado en sellos como Atlantic o King y que estaba logrando capturar la atención de los blancos hacia sonidos negros. Los 5 Royales procedían del Gospel, pero ya habían inclinado sus interpretaciones hacia otros bandos. Sus voces delicadas contrastaban con la fiereza propia de R&B, así que podían ser más catalogables como Doo-Wop. Sus trabajos comienzan en el 57 y concluyen en el 59, con dos grandes discos que aúnan canciones mágicas.



Five Man Electrical Band – Five Man Electrical Band (Capitol 1969)
Otro caso de grupo procedente de Canadá que no tuvo la repercusión conveniente debido a la zona geográfica de donde venían. Nacidos en Ottawa, compartieron cartel con The Guess Who, con los que editaron un disco compartido cuando se llamaban The Staccatos (2 Lp's inencontrables, casi). Pero ya con el nombre de Five Man Electrical Band, se hicieron notar con una canción arrebatada contra el sistema político capitalista, "Signs", que fue incluida en su segundo LP, aunque éste es más apasionante en conjunto. Post psicodelia, herencias hippies, tintes de country y un talante de rock con fuerza que puebla un gran LP.



The Acrylic Tones – Above The Streets And Houses (Detour 1997)
El sello Detour ha sido siempre una garantía de revivalismo bien entendido. Una compañía que aglutinó a las jóvenes generaciones de grupos mods a finales de los 80, teniendo muy buen criterio y un gusto exquisito al elegir las bandas que contrataban. Es difícil elegir entre tantos y tantos discos fantásticos del sello, pero uno de los grupos más carismáticos eran estos Tonos Acrílicos, precisamente porque no eran tan recalcitrantes en el aspecto retro de otros de sus compinches. Es cierto que tenían concomitancias con otros grupos mods de aquellos años, pero en sus composiciones se nota un riesgo que los demás no asumían, además de usar un complejo entramado de instrumentos no muy común. Su segundo LP es un compendio de grandes canciones, actitud innegable y estilo.
Como no hay ninguna canción en Youtube de este disco, pongo una perteneciente a un single entre sus dos álbumes.



Eire Apparent – Sunrise (Buddah 1969)
Bajo la batuta de Jimi Hendrix, que les produjo su único Lp, estos irlandeses del norte (la Irlanda ocupada por los británicos) desgranaron un disco de tintes psicodelicos con aromas hard rock y les salió de cine. Como suele ser habitual, la falta de atención por parte del mercado inglés hacia lo que provenía de Irlanda, les dejó en la estacada, pese a haber hecho un disco tan redondo, pero años después ha sido considerado una piedra angular del sonido de aquella zona geográfica y una proeza el hecho de que el propio Hendrix participara en la grabación de dicho trabajo. Avalados por nombres tan importantes como Pete Townshend o Eric Burdon, no pudieron dar más pasos debido al estrepitoso fracaso de su debút. Son cosas que ocurren en el arte y que el paso del tiempo sitúa en su lugar, aunque ¡a buenas horas! dirían los componentes de Eire Apparent, con Henry McCullough al frente (luego en los mejores momentos de los Wings de Paul McCartney). Eran realmente espectaculares.



H.P. Lovecraft– H.P. Lovecraft (Phillips 1967)
Una de las joyas de la psicodelia americana, uno de esos discos con el etiquetado de "imprescindible" para entender y disfrutar aquella escena. Procedentes de Chicago, aunque afincados en San Francisco, liderados por un músico que provenía del folk, George Edwards, toman su nombre de un literato de corte terrorífico que ofrecía en sus obras historias surrealistas y embriagadoras, aunque sórdidas y asfixiantes. Un nombre perfecto para la identidad del grupo.
Pocas bandas hay logrado un disco de presentación tan elaborado, atrayente y con dibujos tan laberínticos de pop enrevesado, cargado de instrumentación.
Con canciones propias y algunas tomadas prestadas (pero absolutamente cambiadas con respecto a las originales), lograron algo irrepetible en el género más libre de ataduras sónicas que jamás haya dado el rock.



Tony Hazzard – Loudwater House (Bronze 1971)
Músico de Liverpool que estuvo relacionado desde muy joven con las bandas locales, Searchers, Gerry & The Pacemakers y los mismos Beatles. A principios de los 70 giró con Elton John (cuya primera época era mayúscula) y logró la ayuda de Chris Spedding, B.J. Cole y otros músicos reputados de la escena británica. Su primer LP fue bueno, pero su segundo trabajo está a la altura de los grandes singer songwritters ingleses, caso de Cat Stevens, Al Stewart o Leo Sayer, aunque un poco menos accesible para el gran público, por eso sus discos quedaron consternados para minorías. Mezclando algo de folk a la Fairport, sonido de Pub como los primeros tiempos de Rod Stewart y ambientes similares a Van Morrison, este LP es pura magia. Hasta incluso hay reflejos de Honeybus.



1910 Fruitgum Company – Simon Says (Buddah 1968)
De la mano de los productores Jerry Kasenetz y Jeff Katz, una serie de grupos en el sello Buddah inventaron la etiqueta Bubblegum Pop, o lo que es lo mismo, sonido chicle. Eran grupos jóvenes con chispazos de pop irresistible, estribillos memorizables y ráfagas tremendamente comerciales (pero comerciales en bien, se entiende). Bandas como Ohio Express (se intercambiaban miembros con estos 1910 Fruitgum Co.), Syndicate Of Sound, Lemon Pipers o Music Explosion. Estos fueron los casos más flagrantes de músicos que ponían su imagen pero que en los estudios de grabación eran otros los que participaban en los discos, músicos anónimos que no paraban, igual estaban sustituyendo a los Beach Boys como a cualquiera de los componentes de los grupos antes citados. Pero no nos vamos a poner puristas; el hecho es que las exuberantes canciones de aquellos discos pasan los años con eficacia y, al fin y al cabo, quienes permanecen perennes son el dúo Kasenetz Katz, los verdaderos talentos de todo este aparato logístico/sónico. ¿Se puede resistir alguien ante canciones como ésta? 



Count Five – Psychotic Reaction (Double Shot 1966)
Condecorado con la imaginaria medalla de ser el disco referente del Garage, estos cinco jóvenes de San Jose, en el estado de California, sólo entregaron esta obra cumbre del género y no tuvieron ningún interés en continuar. Inspiradores de miles de grupos, incluso a toda la generación punk, gracias al emblemático "Psychotic Reaction", un trallazo que combina todos los estímulos garageros con atisbos de psicodelia. Pero no es una canción aislada, ya que todo el LP resulta redondo, con alguna versión adaptada al mundo americano ("My Generation" por ejemplo). Nadie se explica el hecho de que ninguno de sus componentes siguiera afiliado a la música tras el LP y varios singles (que ya no fueron tan corrosivos, inspirándose algo en el Bubble Gum).



Bobak, Jons, Malone – Motherlight (Morgan Blue Town 1970)
Uno de los mejores proyectos de psicodelia inglesa era el formado por estos músicos militando en The Orange Bicycle, aunque fijo de la banda sólo fuera realmente Will Malone. Los Orange no tuvieron demasiado impacto, su sonido era reflejo de la influencia de sus coetáneos Pink Floyd o Tomorrow y, aunque poseían talento y grandes canciones, acabaron separándose tras un fantástico disco. La segunda intentona de estos músicos caminaba por devaneos post-psicodelicos logrando ambientes relajados y mucha ternura melódica. Tampoco gozaron de la brizna de suerte que requieren estas formas musicales, así que este pastel preciosista y tenue pasará como otra joya a engrosar el baúl de la injusticia artística.



Trees – On The Shore (CBS 1970)
Cuando Joe Boyd descubrió el potencial de la música folk británica e irlandesa y su confluencia con el rock, muchas cosas dieron la vuelta en las islas. Desde Edimburgo, Newcastle, Dublin o el mismo Londres comenzaron a emerger grandes bandas con voces femeninas (en su mayoría) trasladando la música tradicional hacia lugares comunes con el rock. Fairport Convention, Incredible String Band, Steeleye Span, Pentangle o estos mismos Trees, que comienzan su andadura con éste LP; otro de esos ejemplos de cómo el folk establece un parámetro de entrada para el público juvenil de principios de los 70. Melodías entreveradas con tratamientos de guitarras acústicas, instrumentación barroca y mucha intensidad para un disco sin fisuras que muestra el estado anímico de un fenómeno de recuperación del pasado trasladado con virtuosismo al presente. Trees, además, tenían una vena pop de la que carecían la mayoría de otras bandas del género, con lo que sus canciones ganan en consistencia pasados los años.



The Popguns - Snog (Midnight Music 1991)
El pulso febril de las guitarras de este grupo proveniente de Brighton, fue el recurso del sello discográfico para establecer un estilo sónico ubicado en la Inglaterra indie de principios de los 90. Anteriormente, sus compañeros en la escudería de Midnight (Robyn Hitchcock o Jazz Butcher los más destacables) eran una rara avis en la temática del pop británico de aquellos años. Con la irresistible voz femenina de Wendy Morgan y las guitarras desenfrenadas de Simon Pickles y Greg Dixon, sus dos primeros LP's eran sendos trallazos que excitaban al tiempo que propulsaban emociones rápidas y fogosas. Siguen sonando totalmente modernos aquellos discos, más incluso que los dos siguientes, que mostraban el ocaso de una gran banda de pop energético.



The Rainbow Press – There's A War On (Mr. G Records 1968)
El primero de los dos discos que este grupo del área neoyorkina publicó. Una excelente combinación de psicodelia y garage con bastante implicación política y un engranaje de guitarras realmente excitante. A pesar de que fueron conocidos por sus conciertos catárticos, en estudio se relajaban bastante y encontraban un equilibrio entre los estertores sonoros de aquella generación y los ambientes más melódicos que bañaban sus canciones. La portada fue un logro añadido que, dicen las malas lenguas, inspiró a los mismísimos Jethro Tull para la idea del "Thick As A Brick"; aunque yo, sinceramente, no lo creo (sospecho que ni los conocían).



Eggs Over Easy – Good 'N' Cheap (A&M 1972)
Pese a la idea que se tuvo de ellos, esta banda de pub rock, de sonido totalmente británico, provenía de los Estados Unidos. Sus cinco componentes tenían una fijación por un ambiente determinado de Inglaterra, aunque fueran americanos. Para ello se dirigieron a Londres y se afincaron en el barrio de Kentish Town, al norte de Camden, con un buen cargamento de canciones y ganas de producirlas en un estudio londinense. Antes de ello se labraron una buena reputación en los circuitos de pubs de la zona y acapararon la atención de la prensa en el incipiente fenómeno del sonido de pub, con Brinsley Schwarz como seguidores incondicionales. Con un excelente repertorio de más de 100 canciones, su futuro era halagüeño y esperanzador pero, por motivos personales, la banda se fue agotando y acabó regresando a los USA, teniendo incluso un flamante contrato discográfico y todos los beneplácitos de la prensa. Con un guiño al pintor Hopper en la portada, el disco apareció cuando el grupo había dejado de existir, así que las fantásticas críticas y que años después se haya convertido en un referente del género, no les sirvió para nada. Igual es que eran unos desagradecidos (es broma). Ahora en serio: UNA OBRA MAESTRA MAGNÁNIMA.



Larry Williams – Here's Larry Williams (Specialty 1959)
La energía que trasladó este hombre a finales de los 50 era sólo comparable a la que también poseía su paisano Little Richard. Desde luego, la magia que destilaba la ciudad de Nueva Orleans se patentizaba en este animal escénico, gran compositor y febril vocalista. Su primer álbum fue un torpedo de adrenalina que aunaba espíritus negroides con brutalidad y sin tapujos. Inspirador del sonido beat británico (Lennon le adoraba), su primer trabajo es una explosión de júbilo sonoro difícil de superar, con barbaridades como "Dizzy Miss Lizzy" o "Bony Maronie". Uno de esos discos para el legado del sonido de New Orleans.



The Friends Of Distinction – Whatever (RCA Victor 1970)
Los grupos vocales negros procedentes del la zona sur de california tenían una deslumbrante forma de concebir el soul. Como sus principios activos eran mucho más diáfanos; para entendernos, eran más felices que sus hermanos de raza en el sur o en el este; el concepto de canciones era más dinámico y, a la postre, más optimista, incluso poseía un tono casi hippie (véase The 5th Dimension). Harry Elston y Floyd Butler, los creadores de estos Friends Of Distinction, fueron miembros de la primera época del grupo de Ray Charles, así que se movían con soltura en el show business. Con la ayuda femenina de Jessica Cleaves y Barbara Jean Love edificaron una serie de discos aterciopelados de soul con mucho pop y arrebatadas melodías. Cosecharon cierto éxito en sus dos primeros discos, aunque el más sobresaliente sea el cuarto de ellos, cuando estaban a punto de abandonar. En sus últimos años se acercan a las producciones de Filadelfia, sin caer en manierismos disco. El toque californiano les da un punto extra, por si fuera poco.



Bryn Haworth – Sunny Side Of The Street (Island 1975)
Existió en la primera mitad de los 70 toda una generación de músicos pop británicos que descendían de grupos psicodelicos, aunque sus pretensiones habían cambiado, logrando una ecuación melódica más digerible por el gran púbico, sin caer en la vulgaridad. Parejo a Elton John, Al Stewart, Gerry Rafferty o Rod Stewart, Bryn había estado en los últimos tiempos con Les Fleur De Lys, una extravagante banda de pop ácido, con grandes canciones e impecable actitud post-mod, pero sus discos en solitario le muestran más relajado, con espíritu folk y ambientes cristalinos. Su segundo álbum es reflejo de todo lo dicho, un LP cargado de emotividad, canciones fácilmente tarareables y un sabor final muy estimulante. A Bryn sólo le faltó tener un poco de éxito, algo que podría haber tenido valorando sus discos, pero la suerte le fue esquiva. Conviene recordarlo.



Ultimate Spinach – Ultimate Spinach (MGM 1968)
Constatado que los focos de la psicodelia americana estaban localizados en California, también otros lugares de los USA destacaban con grupos excitantes al mismo nivel que sus homónimos de la Costa Oeste. Además de la gran urbe neoyorkina, cuyas inclinaciones al sonido ácido eran más crudas, existía un movimiento complementario en Boston, una de las ciudades más cultas de América. Aquello se denominó Bostown Sound y capturó la atención de los más selectos gracias a nombres como Orpheus, Peanut Butter Conspiracy o Beacon Street Union; sin embargo, los más creativos eran Ultimate Spinach, una banda liderada por Ian Bruce-Douglas, que componía todo el material, y Barbara Hudson, que tocaba la guitarra y ponía voces. El sonido de su primer LP tiene concomitancias con Doors, West Coast Pop Art Experimental Band o Jefferson Airplane, pero el sentido del humor, típicamente de New England y el tono distendido de las melodías, sitúan a la banda en un status muy personal.



Kensington Market – Avenue Road (Warner Bros. 1968)
Pese a toda la aureola cultista de Montreal o Quebec, posiblemente fomentada por el nacionalismo (en este caso) absurdo francófono, la ciudad de Toronto es la más apoteósica de Canadá, la Nueva York del norte, la que más grupos ha dado y la que más oferta artística ha tenido, desde siempre. De allí salieron The Band y con eso está casi todo dicho, pero precisamente en la zona de Cabbage Town, el barrio hippie de Toronto, eran Kensington Market, un grupo con alto contenido pop que bebía de las fuentes de los Beatles o Badfinger, pero con el estilo propio de Norteamérica. Sus dos Lp's eran sensacionales, por su sensibilidad melódica y su impecable instrumentación; dos discos de los que se suele hablar con la etiqueta de imperecederos. El mejor, por poco, era el primero.



Freddy Cannon – The Explosive! Freddy Cannon (Swan 1960)
Los italoamericanos fueron un pilar importantísimo en la música americana de principios de los 60. Gran parte de la culpa de la agilidad del Doo-Wop venía de ellos. Frederick Anthony Picariello era un muchacho universitario de la zona de Boston que estaba bastante alejado del meollo del Bronx, pero tenía una capacidad pasmosa para embriagar con canciones dotadas de una alegría inusitada; sus actuaciones en las college parties de aquella zona se hicieron notar y, lógicamente, consiguió un suculento contrato discográfico que le llevó a grabar infinidad de singles (la mayoría de éxito). Su primer Lp es una consecución de trallazos de pop teen imparables, pera vitalidad y energía con una fijación especial al retratar con canciones ciudades simbólicas de los USA. Es éste primer álbum habla de Boston (su hometown), Kansas, Saint Louis, New Orleans, Tallahassee, Carolina, California, Indiana y algún lugar más. Es un disco perfecto para sentirse adolescente eterno.



Morning Glory – Two Suns Worth (Fontana 1968)
Uno de esos grupos cuyo único disco no tuvo trascendencia, aunque sí merecimientos para ello. Californianos, ensamblados en el epígrafe psicodelico, tenían mucho que ver con Mamas & The Papas, Spirit o Jefferson Airplane. No eran tan poppies como Mamas ni tan ácidos como Jefferson, las coincidencias estribaban en la dualidad vocal masculina femenina. Básicamente el trabajo duro lo realizaba Bob Bohanna, bajista y guitarrista rítmico, que también tenía su aporte vocal. Como ocurrió en aquellos días ante tanta marejada de grupos del género, su LP no tuvo ningún tipo de repercusión y han sido las más recientes generaciones de críticos quienes han alabado su creatividad. Otro caso flagrante de injusticia artística.







































miércoles, 25 de junio de 2014

15 ESTÍMULOS SONOROS PARA ENGRANDECER NUESTRAS EMOCIONES

Rockpile – Seconds Of Pleasure (F-Beat 1980)
Una de mis debilidades personales. Rockpile fue un grupo que se formó a partir de la ruptura de Brinsley Schwarz; Nick Lowe se reunió con su viejo amigo Dave Edmunds y decidieron darle forma. Pero tenían unos contratos que les ataban a sus respectivas compañías y el grupo no podía existir a nivel discográfico, sí en cuanto a directos, pero no podían sacar discos. Aquello les mermó hasta el punto de ir deteriorando la ilusión, a pesar de conseguir grabar al concluir dichos contratos. Cuando pudieron utilizar el nombre de Rockpile para imprimirlo en una portada, ya habían tenido sus momentos de excitación y estaban en proceso de hastío. Pero el álbum salió perfecto, eran demasiados años esperando grabar aquellas canciones que habían guardado celosamente y que en ningún Lp de Lowe o Edmunds habían aparecido. Hicieron una serie de giras apoteósicas, pero acabaron enfadándose; fueron muchos años esperando la oportunidad y se habían quemado. En cuanto al disco, es un compendio de rock con tintes clásicos, power-pop, nueva ola y adrenalina que aturde desde la primera escucha, con canciones que son gemas del sonido inglés de principios de los 80.
No hay duda, es, como ya lo había dicho, un LP perfecto.
La primera edición contenía un curioso EP con versiones de los Everly Brothers, pero eso era más bien una anécdota.



Kak – Kak (Epic 1969)
No fueron excluidos de la escena de San Francisco, pero no estaban en la misma dimensión que Jefferson Airplane o Grateful Dead, aunque sus premisas fueran más cercanas a las de Moby Grape o Quicksilver Messenger Service. Pero eran más folk que todos los citados, sin renunciar a los estímulos ácidos de su generación. Liderados por Gary Lee Yoder, guitarra y compositor, junto a Dehner Patten, el otro guitarra, llegaron incluso a aventajarse dentro de la psicodelia con un estilo paisajista en un entramado de guitarras bastante envolvente. Quizá el fracaso de su único LP les hizo desistir antes de tiempo, ya que en solitario nunca consiguieron nada. El LP es un tratado que huye de la ortodoxia psicodélica para adentrarse en campos líricos de excitantes momentos climáticos.



The Maze – Armageddon (MTA Records 1969)
De las profundidades del oscurantismo de San Francisco, un álbum que nunca fue representativo de aquella escena, por cuanto está trabajado con una densa capa de órgano y tensión. The Maze editaron sólo aquella rareza sónica a principios de 69, año del desencantamiento, cuando el movimiento psicodelico había perdido su identidad política (se la habían fulminado, mejor dicho). De alguna forma, ellos enlazaban los temas en el mismo estilo que unos Iron Butterfly, para hacernos una idea del tratamiento sobrecargado con el que se enfrascaban en sus composiciones. Un gran disco que llega, por momentos, a ser asfixiante.



Mickey Jupp – Juppanese (Stiff 1978)
Jupp era un viejo zorro del pub rock inglés; desde principios de los 70 estaba involucrado en diversos proyectos con grupos que lograron una notoriedad manifiesta entre la prensa especializada, no así entre el público, ya que sus ventas fueron exiguas. Primero fueron Legend, con tres discos redondos, luego fichó por Stiff y compartió cartel con Nick Lowe, Elvis Costello, Ian Dury o Wreckless Eric; allí grabó fascinantes discos en los que combinaba su experiencia de pub rock con la incipiente nueva ola. Este fue su primer disco en solitario, con una portada realmente jocosa, jugando con su apellido y con la comida japonesa (error grave, no es comida japonesa la que aparece en la portada, sino china, pero bueno...). El disco está regado de envidiables estribillos y canciones enérgicas que caminan entre el sonido tradicional británico y la fuerza de la New Wave. Como ayuda colateral estaban en la grabación músicos brillantes como Chris Spedding o Gary Brooker (Procol Harum). Realmente bueno.




Sam The Sham & The Pharaohs – Li'l Red Riding Hood (MGM 1966)
Domingo Samudio, era un texicano (porque así se les llama a los descendientes de mejicanos ya nacidos en Texas) que ilustraba el sonido tex-mex con tintes de rock-a-billy y garage. Sus discos eran tremendos, en ellos encontramos el sentido del humor clásico de los mejicanos y el desparpajo del combinado huracanado que le imponía a todos sus trabajos, en un batiburrillo de soul y demás especias antes citadas. Tuvo un enorme impacto con "Wooly Bully" una desternillante oda a la algarabía del estado más gigantesco de América, pero son sus posteriores discos los que contienen sus mejores composiciones y en éste, su cuarto LP, hay referencias a todos los simbolismos fronterizos, como "The Phantom", "El Toro De Goro (The Peace Loving Bull)" o la irresistible que da título a este excitante disco de mezcolanza mariachi y rockera.




The Aynsley Dunbar Retaliation - The Aynsley Dunbar Retaliation (Liberty 1968)
Tomaban el nombre de su batería, aunque eran una formación no dependiente de ningún músico por encima de otro. Era un grupo en plena eclosión del fenómeno de revisitación del blues en Inglaterra a finales de los 60, pero escapaban a la ortodoxia del movimiento. A pesar de estar conectados con John Mayall o Chicken Shack, su modus operandi era algo más ácido, por ello sus cuatro discos muestran una forma distintiva de ver el blues inglés con bastantes dosis de psicodelia. Posiblemente su primer LP (este) es el más acertado, donde se intercalan canciones de tinte purista con experiencias más aventajadas, como la canción que abre el álbum y que es una deformación velada de un tema de Donovan "Hey Gypt", con otro nombre y otra definición.http://www.youtube.com/watch?v=mhSd1teDuKc




Cupid's Inspiration – Yesterday Has Gone (Date 1969)
Uno de esos grupos que jugaban a la confusión, o al despiste, según se mire. Procedentes de Inglaterra, su adaptación del pop al estilo californiano, tintado de un claro objetivo sunshine, hizo que muchos pensaran acerca de su real ubicación. Pero sí, eran ingleses; con canciones regadas de la clásica inspiración americana y ese tipo de arreglos que condiciona el tema hacia una grandilocuencia almirabarada pero exquisita. Tuvieron un cierto impacto con la canción que sirve como título al LP, una versión blanqueada de Little Anthony & The Imperials, pero hay varias píldoras endulzadas en éste único disco que tuvieron la oportunidad de grabar. Se separaron, se volvieron a unir y se volvieron a separar y, mientras tanto, se les olvidó completamente. Su único disco tiene dos portadas diferentes, según sea la edición americana o británica. Yo tengo la Made in USA.




David Essex – Rock On (CBS 1973)
Comenzó su carrera como actor en obras teatrales donde la música era un factor primordial, aprovechando su bonita voz. Además de ser un buen vocalista, tenía maneras como compositor y quería escaparse de la etiqueta de "cara bonita", por eso construyó a su alrededor toda una infraestructura de músico capaz de llevar una evolución propia, sin el apoyo de la mass media, que siempre le vio como un atrayente modelo para adolescentes. Y, por aquellos tiempos, explotó el Glam en Inglaterra, que tomaba mucho del semblante del rock-a-billy cincuentón, algo que gustaba mucho a Essex. Al mismo tiempo que participaba en la obra músico teatral "Godspell", grabó su primer Lp, que coincide y mucho con lo que Marc Bolan hacía con T.Rex y lo cierto es que salió un disco brutal (realmente como los tres o cuatro siguientes, en los que demostró ser muy bueno), un trabajo redondo de rock clásico con efluvios de glam.




We Five – You Were On My Mind (A&M 1965)
Procedentes de la escena folk de San Francisco, estos universitarios de clase media/alta transformaron la esencia de la otra costa (el folk del Village neoyorkino) en un claro acercamiento al pop. Contaban con la bellísima voz de Beverly Bivens y con el hermano de John Stewart (Kingston Trio -Scott Mackenzie y John Phillips-) como músico de base. Tomaron canciones prestadas y algunas propias, pero lo que les catapultó a la fama fue la adaptación de un tema del dúo canadiense Ian & Sylvia, la canción que da título a su primer disco, un trabajo esmerado de folk dulce que sale airoso ante la comparación con la agresividad del otro bando. Una delicia.




Linda Perhacs – Parallelograms (Kapp 1970)
Es característico que un disco pase a formar parte del elenco de los álbumes elegidos por la crítica muchos años después de ser editado. Eso suele ocurrir, en general, con el arte aventajado, aquél que se exhibe de un modo tan atrevido que resulta incomprensible para su tiempo. Perhacs era una dentista de ascendencia británica que vivió la escena de California bajo un prisma tranquilo, nada de drogas, nada de reivindicaciones políticas, nada de sexo libre... ella era un ama de casa con unas sensibilidades especiales para la música, poseedora de una voz frágil, tenue y aterciopelada, que recreaba espacios abiertos sonoros tan embriagadores como difíciles de entender para los tiempos eléctricos que corrían. No era folk porque los ensamblajes estaban más cerca del rock, no era psicodelia porque su concepción se asemejaba al pop más ensoñador. En fin, no era nada fácil calificar aquél disco tan bello como sombrío, tan dulce como complicado. Lógicamente no pudo seguir con sus iniciativas musicales, hasta que treinta años después alguien dijo que aquello era una obra maestra. Y a ella le hizo gracia.




Commander Cody And His Lost Planet Airmen – Lost In The Ozone (Paramount 1971)
Ubicados en la zona industrial de Detroit, eran una excepción en la música de la Motor City, ya que sus parámetros rondaban acepciones Country o Western Swing. Formado por componentes que provenían de multitud de lugares de los USA, sureños, del norte, californianos y hasta de Nueva York, su primer LP fue un impulso divergente al clasicismo de este sonido, por eso lograron colocarse en festivales y el el circuito post-hippie (tenían mucho que ver con las puestas en escena de Grateful Dead). Además, eran terriblemente divertidos, sus conciertos eran una auténtica algarabía que aunaba rock, country, folk, blues e incluso ragtime. Descubrir discos como este, ahora mismo, es como aspirar una bocanada de aire puro libre de fragancias genéricas.




The Jetset – There Goes The Neighbourhood! (The Dance Network 1985)
Un píldora vitaminada para combatir cualquier atisbo de depresión. El primer Lp de este grupo, tildado de revivalista, que se metió en plena etapa sintética de los 80 con las medidas de sastre tomadas del pop de los 60, es algo más que un huracán de vitalidad. Paul Bevoir, compositor prolífico de gemas que conectaban con la ideología mod del 65 y con aquellos memorables estribillos del Merseybeat, construyó una banda a su medida que tuvo la osadía de rubricar cinco formidables discos contracorriente en una época hostil para la lírica. Y salió airoso del asunto, se divirtió y dejo un testamento optimista para las siguientes generaciones. Sus cinco discos son casi pluscuamperfectos, pero son de muy difícil localización, así pues no rechacéis una edición en doble Cd que lo contiene todo. En todo caso, algunos tuvimos la suerte de agenciarnos con estos discos en su momento, cuando la cosa de encontrarlos era más fácil. De matrícula de honor, amigos.




The Real Kids - The Real Kids (Red Star 1977)
Uno de los grupos de la escena punk de Boston que tenía mucho que ver con el garage. En realidad John Felice hacía melodías pop con mucha adrenalina y eso le hizo regenerar la escena bostoniana, que por entonces estaba bastante cerca del AOR, con grupos como Aerosmith mandando en las listas. Con mucho desparpajo y libres de arreglos superfluos, los Real Kids también se podían etiquetar en el movimiento del Power-Pop, ya que sus estribillos eran diáfanos y su actitud menos beligerante que los grupos punks. Aún tuvieron oportunidad de seguir sacando algún disco más, pero el ímpetu amateur de este Lp nunca lo superaron.




Albert Collins / Robert Cray / Johnny Copeland – Showdown! (Alligator 1985)
Hablar de Blues a mediados de los 80 es todo un atrevimiento; sus mejores logros como género se materializaron algunas décadas antes, pero el disco que nos atañe es un trabajo que tardó en realizarse hasta que tres guitarristas con distintos conceptos de la música negra se reunieron en torno a este LP. Tres generaciones distintas de bluesmen que coincidían muy poco entre sí, sólo que eran extraordinarios guitarristas. Collins es uno de los grandes de la electricidad, un heredero de los mejores, pero con el punch del houserockin', Copeland es tan versátil que mezcla sin pudor el clasicismo con el Soul e incluso influencias africanas y Cray es un estilista del movimiento, un sofisticado del blues que contrasta con la fuerza de los otros. Los tres crean un álbum fuera de su tiempo, con recreaciones de leyendas e impulsos propios. Puede que un disco de Blues de algunos años antes sea más auténtico, pero éste es un tratado modernista de un estilo que debería ser eterno.
Un monumento contemporáneo a una forma musical histórica.




Jack The Lad – It's... Jack The Lad (Charisma 1974)
La primera escisión de los fabulosos Lindisfarne trajo a Jack The Lad. Ellos fueron una consecuencia lógica de la doble evolución que partió la banda nodriza en dos; por un lado Alan Hull, que se apartó del folk tradicional y se adentró en terrenos de rock con aristas psicodelicas y por otro Simon Cowe Y Ray Laidlaw, que seguían fieles a buscar las raíces del sonido irlandés o escocés. Ellos venían de la zona de Newcastle, cercana a la frontera escocesa y se apasionaban por los sonidos folk de toda la parte norte de las islas. El primer LP de Jack The Lad es tan brutal como los mejores de Fairport Convention, Incredible String Band o Steeleye Span, pero más divertido y el uso de fiddle está más centrado en la herencia irlandesa. Pero no sólo es un disco de folk, los ramalazos rock pueblan también sus canciones, haciendo de este álbum un trabajo memorable.