LA RADIO COMO SISTEMA DE COMPARTIR PASIONES

LOS 39 SONIDOS es un programa de radio que se escapa a las funciones tópicas de un espacio musical al uso. La idea es la de compartir sensaciones sónicas a través de un pequeño/gran club de apasionados por melodías creativas.
Combinando canciones del pasado con composiciones del presente, recuperando discos mágicos añejos y mezclando esos sonidos con algunos discos que surgen de ahora mismo y que nos dan a entender la necesitad de vibrar tanto con lo de antes como con lo que nos rodea, huyendo de las vulgares interpretaciones de las multinacionales, que corroen la creatividad.
Este es un programa de canciones, de buenas canciones, nuestras mejores amigas; pero también es un programa de gente que crea arte sónico, que hace discos eternos o, por lo menos, que son eternos durante un periodo que nos hace las cosas más dulces.
En fin, hablamos sobre sentimientos que provocan los decibelios, discos,canciones, discos y canciones.
LOS 39 SONIDOS se emiten cada lunes en directo, desde las 9 hasta las 12 de la noche y es grabado instantáneamente para ser colgado al día siguiente.
Pero, para degustar el programa en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo mejor es ir a: http:los39sonidos.podomatic.com
Buen provecho!

lunes, 30 de enero de 2012

BUENAS TIENDAS DE DISCOS DE TODO EL MUNDO

Las tiendas de discos son como templos para mí, ellas me han servido para encontrar joyas y deslumbrarme con las conversaciones que he tenido con sus dueños o gente que trabajaba allí. Las tiendas de discos son absolutamente necesarias, nos educan y comparten afinidades. Estoy hablando, obviamente, de tiendas especializadas, no de mamotretos gigantes, que sólo buscan la pasta y los clientes no dejan de ser eso, clientes, pura y llanamente.

Es evidente que yo tengo una tienda de discos de esas que se precian en compartir afinidades e intentar ejercer una labor "educativa", pero a mi siempre me ha gustado visitar muchas otras y comprar discos en todas ellas. No me gusta Internet para comprar, en muchos casos te decepciona el trato, el producto y toda esa frialdad en la relación, además, muchas de las ventas por Internet suelen convertirse en una pequeña estafa.

Me congratulo de no haber comprado un disco jamás en lugares tan poco culturales como Corte Inglés, Fnac o Media Markt, para mí esas tiendas son un insulto a la realidad de la cultura, además de que son caras (a pesar de inventarse mentiras como "precio mínimo garantizado", que ya no se traga nadie). Y no digo esto por el tema de "competencia", antes puede, pero ahora ya no representan ningún tipo de competencia para las tiendas especializadas, simplemente intento buscar criterio.

Hay miles de tiendas de discos repartidas en todo el mundo, desgraciadamente la coyuntura y la falta de dignidad de mucha gente ha hecho que muchas de ellas cerraran sus puertas, pero hay otras que sobreviven, a pesar de la precariedad del porcentaje de beneficio que dan los discos, como los libros, comparado con otro tipo de productos más rentables. Al fin y al cabo es ésa otra seña de identidad; porque muchas de esas tiendas podrían vender calcetines en lugar de discos, y no lo hacen. Pienso que es algo a tener en consideración.

Hace años comencé a hacer fotos a tiendas de discos de todo el mundo que me gustaban, tomando apuntes sobre ellas y creando una especie de bitácora de mis contactos. Desgraciadamente hay países que he visitado con tiendas fabulosas de las que no tengo ni fotografías ni reseñas, por lo cual no aparecerán aquí, aunque intentaré hablar de ellas más adelante, usando la memoria en la medida de lo posible. No encontrareis aquí, por tanto, imágenes de Francia, Alemania, Italia, Suecia, Dinamarca, Noruega y otros países donde hay una escena musical rica y donde habitan muy buenas tiendas de discos; las visité, pero no me daba entonces por tomar fotos o notas de ellas. Tampoco lo he hecho con tiendas españolas, pero eso lo arreglaré en otra sección que pienso elaborar más adelante.

En fin, espero que disfrutéis de esta relación de magníficas tiendas de discos, donde uno, al entrar, se considera miembro partícipe de ese gran club de los apasionados por la melodía. Lógicamente hay ciudades con un número de buenas tiendas superior a lo normal, claro, pero eso se debe a la tradición por el coleccionismo y por el nivel cultural de la propia ciudad (la palma se la llevan Londres, San Francisco, Nueva York o Amsterdam).

Demos un paseo, pues, por todos estos antros de pasión sónica:

RECYCLED (SAN FRANCISCO)


Hace casi 20 años que la pisé por primera vez y era de los mismos dueños que ahora, un colectivo de gente que, en sus ratos libres, ayudan a enfermos de sida (una plaga en San Francisco, por razones que ya imagináis). Esta es una tienda de vinilos, aunque también tiene CDs; su especialidad son discos de difícil localización, sobre todo psicodelia  y folk de los 60, rock de los 70 y bastante soul y jazz. No es extraño escuchar como alguno de sus dueños, en un momento arrebatado, se pone a cantar encima de un disco, lo he vivido y en más de una ocasión. Mike, que es mi amigo, tiene una banda de tintes progresivos, influenciado por el krautrock alemán de los 70, pero puedes hablar con él de casi todo, es una persona formidable. Es amigo personal de la gente de Pavement y estuvo a punto de entrar en el grupo en sus inicios.
Situada en pleno corazón del barrio hippie por excelencia, Haight Ashbury, pasear por sus estanterías ofrece la sorpresa, casi segura, de encontrar un disco verdaderamente buscado y a un precio bastante asequible. Por ejemplo, lo que hablaba en la introducción, ellos ponen un precio en la tienda y otro superior por Internet. Es, desde siempre, mi tienda favorita, ya no sólo por lo que allí se puede encontrar, sino por los que están detrás del mostrador. Recuerdo que algunos de mis primeros y valiosos vinilos originales de Rick Nelson los compré allí. Ahí van una foto de la tienda por dentro y otra de Mike.



JOE'S GARAGE (KYOTO)


Japón es un descubrimiento para los coleccionistas occidentales, desde finales de los 50 allí se editó casi todo lo imaginable, con un cuidado esmerado y con unas reproducciones de portadas sensacionales. Discos que en la red suben a precios insultantes, en Japón los encuentras sin tener que subastar a tu madre. Y lo curioso es que en las muchas tiendas japonesas encuentras cosas que ni siquiera podrías sospechar, rock progresivo español de los 70, folk inglés que en subastas llega a las 1.500 libras, etc.
Pero es complicado descubrir la ubicación de muchas tiendas japonesas, porque allí los comercios pueden instalarse en un determinado piso de un edificio, no hay fachada en la calle y sólo lo averiguas por un pequeño cartel en el patio de dicho edificio. Yo tardé tres días (en serio) en encontrar ésta tienda. La cuestión es que estaba en una de las calles adyacentes a la universidad de Kyoto (la ciudad más hermosa de todo Japón), pero no sabía que se habían mudado y, claro, allí preguntar es terrible, son tan amables, tan amables, que te acompañan a todas partes; y ya nos ves a Margarita y a mí con siete u ocho japoneses, calle por calle, preguntando dónde estaba la tienda, hasta que un chico de una tienda de instrumentos nos dijo la nueva dirección, que también fue otra odisea.
Una calle interior laberíntica y maravillosa (Tawaramachi) culmina en el mercado de pescado y, al final, se sale a la calle; bien, pues es si se te ocurre mirar a la izquierda y un poco hacia arriba, ves que en el edificio colindante hay un cartel, a la altura del segundo piso, con el dibujo de la clásica banana de la Velvet y el letrero de Joe's Garage (sacado de un disco de Frank Zappa).
La tienda es pequeña, pero está perfectamente utilizado el espacio, LP's y CD's conviven en armonía, especializada en rock progresivo, con joyas del sonido japonés como Flower Travelling Band (que ahora se ha encargado de reeditar, tanto en vinilo como Cd, el sello Phoenix) y mucho sonido underground. Por cierto, esto es importante, como todo lo japonés, los vinilos están inmaculados, no hace falta ver si se han usado mucho porque, si lo han hecho, ha sido con un cuidado esmerado. Bueno, los discos en Japón no son chollos, no hay vinilos barateros, como en rastros y lugares que invitan a tomar antihistamínicos, pero los consigues muchísimo mejor de precio que en subastas de ebay o aberraciones por el estilo.
Atención, aunque lo parezca, los japos no saben mucho inglés, pero como son tan buena gente, no hace falta para nada. La calidad, además, de los vinilos japones, es, como todo lo que hacen, tremendamente superior a la de cualquier país
En Joe's Garage compré algunos originales de la Flower, progre inglés y un original de Pete Sinfield (que sale en la foto)



RECORD FRIEND (AMSTERDAM)


Esta es la tienda hermanada con la mía (Discos Amsterdam, Valencia), somo amigos desde hace muchos años e intercambiamos discos.
Situada en la plaza del mercado nuevo, están especializados únicamente en vinilos, los CDs dejaron de venderlos hace años. Lo bueno de ésta tienda es que combina el coleccionismo con las reediciones, por eso se encuentran discos originales, evidentemente a unos precios europeos, con nuevas salidas de alto gramaje. Venden también muchos utensilios para el vinilo y platos de ensueño.
Nada más entrar en la tienda (tiene ésta dos habitáculos) puedes encontrar vinilos de oferta, hay que mirar bien su estado, pero generalmente se conservan muy bien. La segunda estancia es donde está el mostrador y los discos tanto de coleccionista como nuevas ediciones, mezclados, con lo que tienes que saber, más o menos, cuales son unos y cuales otros.
En todo caso, tanto Marty como Gerritt (que parece sacado de una peli de Santa Claus) te ayudarán sin problema, eso es algo bueno de los holandeses, especialmente de la gente de Amsterdam, su gentileza y su alegría, en contraposición con sus vecinos alemanes.
Aquí encontré el doble vinilo original de la Dawn de Donovan "HMS". Me lo cobró a 35 €, lo cual era casi como regalármelo. Arizona se compró un original de Sam Cooke que sale en la foto. Bueno, eso de "se" compró...
En la foto veréis a Marty y Gerritt, ambos con la chapita de Discos Amsterdam




ON THE BEAT (LONDRES)


Entiendo que haya quien entre y huya inmediatamente de éste lugar, pero yo le tengo un cariño especial a esta histórica tienda de discos junto a Oxford St. en Londres. Es una de las tiendas que perduran de los años 70, por eso es también la mayor concentración de ácaros que yo he visto en mi vida.
Tras un pasillo de entrada, estrecho, que parece que entras en un tugurio de una peli de terror, encontramos una estancia amplia y rebosante de vinilos, revistas, posters y hasta extraterrestres conviviendo en una armonía digna de Diógenes.
Pero encuentras discos, muy buenos, aunque hay que estar al loro del estado, porque muchos de esos discos están hasta raídos. Quizá el encanto que tiene es que esperas encontrar alguna joya entre tanta maraña de vinilos y, ¡zas!, cuando la encuentras (las hay, muchas), ves el precio y te asustas. Vamos, que serán un poco destartalados, pero nada tontos, saben lo que valen las buenas piezas de colección.
Desgraciadamente, no les auguro mucha vida, porque de verdad que es un desastre, pero tiene el encanto de lo amontonado.
Allí encontré hace siglos discos de la Motown que más de un Mod me mataría por ellos.
Ahí van un par de fotos para que veáis el caos.




BLEECKER BOB'S RECORDS (NEW YORK)


En pleno corazón del Greenwich Village neoyorkino, ésta es una de las pocas tiendas históricas de Manhattan que quedan tras la debacle de los cierres masivos a partir de los 90.
Nueva York tenía un buen montón de tiendas especializadas, que eran la envidia de otras ciudades; estaban Dayton's, Colony y muchas otras, pero como ésta es una ciudad de gente intinerante, de personas que pasan temporadas y que luego se van, de gente joven, procedente de todo el mundo, que estudia en la ciudad y de turistas, en el momento que se empezó a usar las descargas gratuitas de Internet, fueron cayendo como moscas, quebrando negocios que habían sido emblemáticos para la cultura musical de la costa este (malditos downloads!!).
Esto no ha ocurrido en lugares como San Francisco, Portland o Seattle, donde está más arraigado el hecho de necesitar el soporte físico para escuchar música (aparte de que el MP3 es una puta mierda, en cuanto a calidad), pero Nueva York tenía ese problema.
Afortunadamente, años después, cuando comenzaron a surgir esas maravillosas jóvenes generaciones, que reivindican el disco como formato real, que se han dado cuenta de la diferencia del sonido comparativamente al Mp3, han vuelto a abrir muchas tiendas, pero ay!, nunca volvieron aquellas otras.
Pues Bleecker Bob's es una de las que sobrevivieron, por ello hay que darle la enhorabuena y visitarla cuando uno se acerque a NYC, visitarla y comprar algo, es nuestro placer y nuestra obligación para con gente que lucha por lo que le gusta. Me explico, ésta tienda está en la calle Bleecker, si los dueños montaran una casa de helados se forrarían, pero prefieren seguir creyendo en el Rock 'n' roll. ¿Hay algo mejor?
Especializados en rarezas de Beatles, sonido neoyorkino (Lou Reed y toda la pleyade de la Factory). Allí me compré el primer vinilo de Kim Fowley, "Love is Alive And Well", en 1986. Ahí va una foto por dentro. Por cierto, es un pequeño laberinto, aquí sólo aparece una parte.


BOP STREET RECORDS (SEATTLE)


En el barrio de Ballard, la zona juvenil de Seattle (conjuntamente a Freemont) se encuentra esta gigantesca tienda, aunque no lo parece, ya que el público sólo accede a un quinta parte de su dimensión real. La puerta de entrada parece la de un cuchitril, se encuentra junto a uno de los garitos de conciertos más famosos de la ciudad, el Tractor. Dave, que vivió tiempos mejores en éste lugar, donde tocaron en directo un buen elenco de grupos de psicodelia, garage y hasta grunge, tiene millones de discos, tanto vinilos como CDs, pero los muestra según le conviene o según las circunstancias. La tienda tiene hasta tres naves de tamaño mastodóntico, una de ellas está a disposición de la gente y las otras dos te las enseña Dave cuando intuye que no eres un tocapelotas que habla mucho y compra poco, o que espera encontrar discos de un dólar que valen 20, además tiene otro almacén gigante, que sólo usa él.
Especialidad, todo, conservación de los discos, ojo ahí tenemos que estar al tanto; Bop Street no es una tienda barata, de hecho es bastante cara, por lo que es mejor mirar los discos con lupa. Pero lo divertido es que puedes pasar horas y horas sin que te des cuenta y, seguro, encuentras muuuuuuuchos discos.
Thom Yorke, de Radiohead, suele visitarla a menudo.
Nota: Si estás en Seattle, mejor miras los discos antes en Jive Time o Sonic Boom, que están más baratos, aunque no comparemos con la diversidad y la cantidad.
Dave, quiso, hace años, montar un restaurante rock, donde las paredes estuvieran cubiertas de vinilos raros y donde, mientras se comía, había Dj's de rock amenizando la cosa. Sueños incumplidos...
Allí compré discos de Wailers originales (please, los Wailers de garage, no los de Marley, of course), el "Outside", que vale una barbaridad.
Mirad otras fotos del lugar.



ARLEQUIN (BRUSELAS)


Hay una gran tradición en la Europa del norte por la música, el coleccionismo siempre ha tenido un seguimiento especial en países como Bélgica, Holanda y toda Escandinavia. Especialmente en Bruselas se encuentran muy buenas tiendas de discos, es difícil elegir entre todas ellas, pero sin duda una de las más carismáticas es Arlequin, pero la que está situada junto al famoso Mannequen Pis, porque hay otra con el mismo nombre cerca de Porte de Namur. No es que sea una cadena, sino que dos amigos montaron las tiendas al mismo tiempo y les llamaron igual, para hacerse publicidad mutuamente, pero no tienen nada que ver, una es más cercana, con precios más o menos comprensibles, la otra está especializada en auténticas rarezas y los precios se disparan hasta casos esperpénticos. Nos quedamos, pues, con la más céntrica, a tan sólo dos minutos andando de la Gran Place.
Ya, desde la fachada, descubrimos que es una tienda con estilo, con personalidad. El interior está muy bien decorado y es cálida, los discos están perfectamente organizados y, si bien no es barata (ninguna en ésta ciudad lo es), las obras de arte que vende tienen una correcta valoración, es decir, no se pasan de presupuesto. Los dos tipos que están detrás del mostrador son risueños y les gusta conversar con gente de varios países. Allí me compré hace muchos años el tercer LP original de Spencer Davis Group y el primer disco de The Equals. Mirad como es por dentro.


DISK UNION (TOKYO)


Antes he escrito sobre las tiendas en Japón, no voy a repetir lo dicho. También he dejado constancia de que no me encuentro a gusto en grandes superficies y, la verdad, es que no sé cómo calificar a ésta tienda, porque es un híbrido entre una especializada y una gran superficie. La foto que veis arriba es la entrada, que curiosamente da a la calle, de la ubicada en el barrio de Shibuya, el más animado de la ciudad, hay otra en el barrio de Shinjuku; ambas son exactas, tienen varios pisos dedicados cada uno de ellos a un tipo de venta, pero cada espacio, o piso, es muy pequeño, aproximadamente de unos 50 m cuadrados, con lo cual ya veis porqué parece una tienda especializada, ya que su estilo es ése. Tienen un piso de DVD's, que hay que olvidar, otro dedicado a los sonidos indies, sólo en CD (allí están todos los discos de compañías españolas independientes, como Elefant o Siesta), otro piso es de aparatos, limpiadores y demás artilugios para los equipos, el resto ya es coleccionismo, sobre todo su último piso, luego hay una foto de él, con una esmerada selección de vinilos originales japoneses y de otros países y una barbaridad de CDs (que nunca están puestos como en Europa o América, sino que se ven por los lomos, como en bibliotecas. Vale, es un agobio, pero caben como el triple y en Japón hay que aprovechar el espacio.
Supongo que sabéis, sino os lo cuento, que las ediciones en Japón de CD son imitaciones exactas al vinilo original, con todos los detalles que llevaban interiormente y la portada en cartoncillo, reproduciendo al disco de la época. Incluso, si llevan bonus tracks, no lo ponen en la portada, si no en una hoja desplegable interior, por no dañar la cubierta original. Luego está lo del OBI, lo habréis visto, es una especie de cinta (Obi es el cinturón para sujetar los kimonos) que lleva en japonés los datos del disco. Precisamente el Obi es lo que le dota de más valor al LP o CD, por eso, si alguno lo ha perdido, vale de coste la mitad.
Allí encontré originales japoneses de grupos españoles de los 60/70 como Los Angeles, Módulos o Granada. En las fotos siguientes está la fachada de la otra tienda y el interior del piso más interesante.



INCREDIBLE RECORDS (SEBASTOPOL, CALIFORNIA)


La dirección de ésta tienda, a pocos kilómetros de San Francisco, yendo hacia la maravillosa zona vinícola del norte californiano, me la dio Paula, la novia de Juan Enrique, de Tranquilo Producciones. Nada más entrar allí me invadió una sensación de deja vu, yo había estado allí antes, pero nunca había pisado ese pueblecito llamado Sebastopol. Cuando vi a quién estaba detrás del mostrador recordé inmediatamente una de mis tiendas favoritas de juventud, una de esas tiendas de las que no tengo vestigios ya que no le hice fotos, pero marcó una época en mis andaduras como comprador. Aquella tienda, que también se llamaba Incredible Records, estaba en la ciudad canadiense de Toronto y la regentaba un tipo llamado Jonathon, que había vivido toda la explosión del hippismo y que fue amigo personal de Paul Kantner y la gente de Jefferson Airplane, cuando vivían en Bolinas, una población que aún respira el aroma hippie casi 40 años después.
Allí, en esa nueva Incredible estaba Jonathon, que empezó a rememorar aquellos días y que me confesó que no podía soportar el clima de Toronto, por eso regresó a California, aunque el sueño hubiese acabado. Cuando escuchábamos su historia, a Arizona se le acristalaron los ojos, a mí me subía adrenalina por el estómago y Margarita recordaba aquello con una claridad meridiana.
La tienda no es que sea una maravilla en cuanto a vinilos, tiene más CDs, pero es un auténtico museo en sus paredes. Ese día me compré un disco tópico, pero genial, que ya tenía europeo, pero me interesaba el americano; como no podía ser otro, me compré San Francisco, de Scott McKenzie (además de otros, claro). Ay! ahora que veo la última foto, también compré allí el disco de Gary Farr que comentamos en la otra entrada del blog, que curioso que no me acordara de esto. Fijaos en la camiseta de Jonathon: Music is life, the rest is just details.



ROCKIT SCIENTIST (NEW YORK)


St. Marks Place es ahora una zona tranquila, pero durante años fue cuna del underground neoyorkino; casi todos los junkies me movían por esa zona, que está entre Astor Place y el Bowery, muy cerca del emblemático (y ya cerrado) CBGB. Durante la época gloriosa de NYC allí habían muchas tiendas de discos y los turistas se acercaban mirando de reojo a su alrededor, por si acaso surgían problemas. Fueron los tiempos en los que la gente de New York Dolls se paseaban por allí, donde era fácil ver a Patti Smith, Tom Verlaine o Richard Hell.
Años después, la cosa se calmó, la ciudad se hizo más segura y St. Marks Place (que en realidad es una calle, no una plaza) se transformó en el Camden Town de la ciudad de Nueva York. Muchos de los tugurios que encontrábamos allí tuvieron que huir, pero alguno sigue, vivo y rejuvenecido, como ésta maravillosa tienda de discos, muy pequeña, pero que rezuma todo ese espíritu del outside newyorker. Especializada en el sonido del que antes he citado y con mucho latin soul, propio del Village y del Spanish Harlem.
Hay muy buen rollo en esta tienda, se respira un ambiente de garito añejo y sus clientes cuentan con insignes nombres, como Dean Wareham (Luna) o Jesse Malin, que utilizó la tienda en una de sus portadas y contraportadas de sus discos, en la que precisamente aparece comprando un vinilo de Louis Prima.
Entrar en esa tienda es revivir, de alguna forma, el ambiente de aquél New York encantador y conflictivo. Allí encontré alguna joya de Richie Ray y de Ray Barretto.


ACROSS THE TRACKS (BRIGHTON)


Uno de los lugares clave del peregrinaje pop es la ciudad costera de Brighton, centro de reunión de los Mods británicos en los 60 y escenario de los enfrentamientos que tuvieron con los rockers (que en realidad eran Teddy Boys) en aquella década. Hoy es un lugar de veraneo para los ingleses, pero reúne un gran número de artistas y etnias que hacen de ésta población un lugar cosmopolita e interesante. Además de visitar el museo de aquellos tiempos Mods, la playa que presenció las peleas y ver la primera tienda de Ben Sherman, uno puede y debe dejarse caer por las tres o cuatro buenas tiendas de discos, entre las que destaca Across The Tracks, que combina vinilo y CD de segunda mano, a muy buenos precios.
Algo fantástico de esa tienda es el buen rollo que se vive cada día allí, siempre lleno de clientes amigos, que disfrutan de las buenas conversaciones acerca de discos y grupos; seguro que si te acercas por la tienda acabas salpicado de ese feeling. La última vez que les visité, encontré un disco de Jose Feliciano de su etapa psicodelica, el "Compartments".


AMOEBA (SAN FRANCISCO)


Muchos pensaréis que ésta tienda no debería estar aquí, porque tiene atributos de gran superficie y falta de rigor, trato inexistente, etc, etc... Cierto, pero sólo en parte. Amoeba es una tienda gigantesca, con tres sucursales en California, con unos empleados que no tienen mucha idea de nada, con una organización que dista mucho de saber qué venden. Pero, precisamente por ésto, cuando les entra alguna auténtica rareza, no la saben catalogar y, con tanto volumen de discos que ponen a la venta diariamente, es habitual encontrar un LP carísimo a precio ridículo. Quizá sólo por esto hay que visitarlos.
Ante todo, a pesar de ser una gran superficie, el ideario de la gente que la montó no tiene nada que ver con la basura de Fnac, World Of Music o Media Markt, en su momento se pensó que había muchos sonidos que no se encontraban en las tiendas especializadas y ése precisamente era su cometido; colocar desde música antillana hasta flamenco español de los 50 en un nave que parece un portaviones.
Acercarse por allí es perder todo un día, si esperas repasar más o menos por encima sus estanterías, hay que ser consciente de ello. Vinilos reeditados mezclados con segunda mano, bargains en las cubetas del suelo, millones de Cds, tanto nuevos como de segunda mano y todas las boxes que se editen en el mundo están a la vista.
De las tres Amoebas que hay, la mejor es la que está situada en Haight Ashbury, en San Francisco, aunque las de Berkeley y Los Angeles son muy similares. Compiten con otra tienda de características parecidas, Rasputin, pero esta es mejor. No recuerdo especialmente ningún disco que me compré allí, pero recuerdo que le conseguí a un amigo el primer LP de Left Banke, en edición original por la sonriente cifra de 7 dólares. Veréis también en la foto que estaba el disco de Cooper (como yo soy amigo de Alex, pues me gustó).



VINYL RECORDS (VANCOUVER)


La British Columbia está muy cerca del estado de Washington, especialmente de su ciudad emblemática, Seattle. Nada más cruzar la frontera canadiense se encuentra la moderna ciudad de Vancouver, con una de las bahías más impresionantes de la Costa Oeste. Esta es una ciudad rica y con una oferta cultural muy amplia, por eso abundan las librerías, salas de conciertos, museos y, por ende, tiendas de discos. Como su media de población es muy joven, la mayoría de ellas se especializan en CD, a pesar de que, desde los 60, Canadá fabricaba toneladas de vinilos para exportar a su país vecino, pero también hay algunas con verdaderas sorpresas plásticas.
Vinyl Records se encuentra en una de las arterias más importantes de la ciudad, pero reconozco que no aconsejo ir mucho más allá. Me explico, extrañamente, en un país donde el índice de paro es pequeño, que las ayudas sociales son precisas y que prevalece el estado de bienestar, lo último que esperas es ver un barrio entero con cientos de marginados de esa misma sociedad que los intenta mimar. Conviene ir en coche a la tienda, aparcar cerca y no caminar hacia las afueras más de tres o cuatro manzanas, porque sino, te verás rodeado de zombies (literal, parece una película de terror), junkies, colgados, vagabundos y en cantidades que, realmente, estremece. No es que sean peligrosos, hasta cierto punto lo son según lo que tu mismo aparentes, pero daña las entrañas ver a gente joven que se suicida en un mar de desesperación.
Bueno, hablemos de la tienda. En las buenas tiendas de Canadá se encuentran mejores discos que en las grandes ciudades de los States, las ediciones canadienses eran fantásticas, algunas con portadas exclusivas y el cuidado que tenían con los vinilos era superior a sus vecinos del sur, así que seguramente nos vamos a encontrar grandes LPs en lugares como Vinyl Records, preciosa tienda que comparte su pasión por el rock con el fanatismo de su dueño por el ciclismo. Mi mejor adquisición allí fueron algunos discos de la Atlantic que en Estadios Unidos están destrozados, como Clarence Carter o Arthur Conley.


THE COLLECTOR (BRUSELAS)


Más arriba he citado otra tienda de Bruselas como una de mis favoritas, pero hay que reconocer que para encontrar joyas de gran calibre hay que visitar The Collector, una de las más antiguas, situada a tan sólo dos minutos de la Grand Place y con unos estantes llenos de maravillas que hacen temblar el bolsillo.
Porque esta tienda es cara, muy cara, pero tienen cosas que sólo encuentras en subastas de Internet y aquí, la ventaja, es que no estás pujando por algo que no ves y te tienes que fiar de las descripciones de quien coloca la subasta. Los discos están muy bien organizados y catalogados, con especial atención a los 70, blues y jazz, pero con sorpresas en los cajones de punk y new wave.
El pasado mes de Julio de 2011 encontré el vinilo de Dale Hawkins "L.A., Memphis & Tyler, Texas" por la nada desdeñable cifra de 65 € (aunque, búscalo por la web...).


GROOVES (SAN FRANCISCO)


Como ya he dejado claro antes, mi ciudad favorita para comprar discos es San Francisco. Bueno, si he de ser sincero, es mi ciudad favorita en todo (cerca le anda Tokyo), pero no recuerdo que haya otro lugar con tantas tiendas de discos por metro cuadrado, con tanta tradición de coleccionismo y con tan buen trato por parte de la gente que trabaja en aquellos lugares.
Situada en Market St, un poco antes de llegar al barrio de Castro, también cerca de la maravillosa Mission St. (lugar de recorrido obligatorio para los fans de Hitchcock, por "Vertigo") está esta añeja boutique de Pop art y rock and roll fundada por un encantador matrimonio en 1997 hasta que ella murió de cáncer y él sigue la trayectoria que se marcaron con la ayuda de gente joven.
Buenos vinilos, bien cuidados y una decoración fantástica con carteles de la época dorada del hippismo. Como la tienda no es demasiado grande, hay que acostumbrarse a que gran parte de los discos los tienen en estanterías habilitadas en el suelo y debemos estar preparados para estar agachados o en cuclillas un buen periodo de tiempo, pero merece la pena.
Allí completé mi colección de P.F. Sloan con su "Songs Of Our Times".


OUT ON THE FLOOR (LONDRES)


El barrio de Camdem Town se caracterizó por tener innumerables atractivos para la gente joven. Desde siempre también ha tenido muchas tiendas de discos, las dos mejores cerraron, desgraciadamente, una era Rock On, donde se compraba sus discos Paul Weller, la otra Rhythmn, que fue absorvida por Music & Video Exchange y perdió su personalidad, pero aún así continúan algunas de corte más agresivo.
Out On the Floor es una casa antigua de tres pisos, con un montón de habitaciones y, en cada una de ellas, hay una pequeña tienda de discos, de distintos dueños, pero englobadas todas bajo el mismo nombre. Situada muy cerca de la estación de metro, su laberíntico ensamblaje de estancias presenta una extremada y variada cantidad de discos, hay una planta especializada en punk, noise, neo-garage y rock contemporáneo, otra con más fijación por los 60 y 70, otra con ambientes algo más bizarros, exotica, lounge y un más en la que puedes encontrar de todo, y bueno.
Allí localice la edición original americana (que es distinta a la europea) del album de Manfred Mann "Five Faces".


SAM THE RECORD MAN (TORONTO)


Cuando fui la última vez a Toronto, en el 2009, acababa de cerrar una de las tiendas míticas de la ciudad y otra desapareció sin dejar rastro. Aún así sigue habiendo movimiento en la ciudad más atractiva de Canadá, pero el daño de las descargas gratuitas y la falta de escrúpulos de las generaciones que no consideran un deber apoyar económicamente a la cultura han hecho ha sido innegable. Sam The Record Man era toda una institución, una gran tienda de discos pero con criterio, a diferencia de las superficies que miden cantidad y no calidad. No recuerdo mucho más de aquella tienda, porque hacía más de 10 años que había ido cuando estaba abierta, pero lamenté profundamente su cierre y el de Incredible Records, afortunadamente no había ésta cerrado, sino que se trasladó cerca de San Francisco (más arriba hablo de ella).
Malos tiempos para la lírica. Una tienda de discos especializada es parte de la idiosincrasia cultural de una ciudad, su cierre es como si arrancaran parte de la historia de la propia ciudad. No permitamos que cierren más tiendas de discos. Cómprate unas zapatillas de marca menos y gástate en dinero en quien nos proporciona placer sónico.


MUSIC AND VIDEO EXCHANGE (LONDRES)


Abiertas ya más de 30 años, las tiendas Records & Tapes Exchange crearon una escuela en la venta de discos europea; se trataba de crear una red de compra-venta y cambio de música y elementos relacionados. No sé a ciencia cierta si fue una persona sola o un grupo de personas quienes eligieron una fórmula que se implantó en Inglaterra años después, pero desde luego tuvieron un gran acierto. Hay más de 10 tiendas diseminadas por los centros neurálgicos de Londres, creo que cada una de ellas está llevada por distintas personas y coinciden en el nombre para auto publicitarse, nada más.
Ahora cambiaron su nombre por el de Music & Goods Exchange, ya que algunas de ellas no venden música, sino ropa vintage, decoración retro, libros y hasta computadoras viejas.
No voy a hablar de la supuesta cadena, pero sí de tres muy buenas y atractivas tiendas que se acogen a éste nombre. La primera está situada en Notting Hill Gate, que realmente son tres en una, una planta baja que recibe el nombre de Soul & Dance Exchange, está especializada en música negra, a pocos metros está la dedicada al Rock (que también tiene Soul, algo raro existiendo la otra justo al lado), con dos pisos. El que se encuentra a la altura de la calle tiene las estanterías repletas de vinilos y CDs a precios interesantes (foto de abajo) y un piso arriba con rarezas y coleccionismo, con precios acordes a lo que venden. Hay también un sótano con bargains, donde te puedes llenar los dedos de mugre y los pulmones de polvo y bichos diminutos de esos que te hacen estornudar a rabiar. Hay que contar que ésta es una tienda muy visitada por turistas, con lo cual es complicado encontrar auténticos chollos. Muy buenas secciones de New Wave, Punk, Progresivo, etc... Lo mejor, sin duda, es que encuentras cosas de nivel a precios asequibles, pero las joyas son eso, joyas que se pagan.


Posiblemente a mi me gustan más las otras dos que hay situadas en Camden Town y en Greenwich (las fotos de abajo están tomadas allí) porque encuentras discos raros mejor de precio. Como el que aparece en la foto, el "Pretty Flamingo" de Manfred Mann por tan sólo 20 libras, o los que se compró Gaizka de Wayne County por 18 libras cada uno (los dos primeros son obras maestras del punk neoyorkino del 77). En todo caso, Inglaterra ya no es el paraíso para comprar buenos discos a precios económicos, lo es para encontrar buenos discos y punto, el hecho de que cualquiera pueda dar a una tecla de ordenador y sepa lo que se puede cotizar uno u otro disco ha perjudicado al comprador  que visita tiendas, otro de los innumerables motivos por los que el verdadero coleccionista, el que puede permitirse el lujo de viajar, odia lo que ha supuesto Internet en la venta de discos, le ha robado la capacidad de sorpresa en la búsqueda de títulos determinados.




STREETLIFE RECORDS (SAN FRANCISCO)


Como veis, la ciudad de San Francisco se lleva la palma. Bueno, quiero reiterar que muchas otras ciudades tienen tiendas fascinantes que no he podido fotografiar, porque entonces no me daba por coleccionar recuerdos de templos sonoros como ahora, pero bien es cierto que no conozco una ciudad con tanta propensión a comprar discos como ésta. Es una tradición que le viene de lejos, no olvidemos que fue la capital de la psicodelia.
Streetlife Records está a las puertas de Castro, el barrio más bullicioso de la ciudad, el barrio Gay, aunque debido a la amplitud de miras de esa ciudad, es un lugar abierto a todo el mundo, incluso a turistas, ya que los homosexuales no se consideran allí unos bichos raros sino que están inmersos en la vida de la propia ciudad (su alcalde lo es). También es cierto que Castro se levantó gracias a ellos y por eso la mayoría de locales los regenta alguien dentro de éste colectivo. Ni que decir tiene que es una auténtica pasada estar por Castro, sería la envidia de cualquier lugar, con sus tiendas multicolores, sus ropas vintage, sus librerías, sus restaurantes con encanto, sus salas de cine experimental, sus tiendas inverosímiles y, of course, sus disquerías.
A diferencia de otras, Streetlife sí cuida mucho a los clientes de CD, porque tiene una gran selección de compactos ya descatalogados, pero no descuida los vinilos, que están en el piso superior. Buenos precios y buen trato.


ROCKAWAY RECORDS (LOS ANGELES)


Esta foto no es mía, la hizo por encargo mi amigo Jorge Reverter de Castelló, porque no tenía ninguna imagen de esa tienda y recuerdo que me impactó mucho, aunque de eso hace una barbaridad de años (la última vez que fui a Los Angeles era en 1986). Hace falta tener mala pata, ir a LA y que te llueva, eso creo que pasa una vez cada 50 años, por lo menos; por eso veréis en la foto el semblante lluvioso. Nada que ver con la realidad, como decía la canción "nunca llueve al sur de California".
Rockaway está en una de las miles de carreteras que llevan a la costa, hay que ir en coche allí exprofeso, pero eso no era inconveniente en los buenos tiempos de las tiendas de discos. Cada semana era visitada por gente como Frank Zappa, un comprador compulsivo de discos y yo reconozco haberme vuelto loco encontrando aquellas piezas de Surf y Garage por las que venderías tu ración de postre dominical. La siguiente foto me la pasó también otro amigo. Creo que, a partir de ahora, tendré que echar mano de las ayudas de amigos que han ido haciendo fotos a diestro y siniestro por encargo mío.


MOJO MUSIC (SYDNEY)


Lo cierto es que me resistía a poner una tienda en la que no he estado, pero aquí mi pequeño homenaje a Migue Galán (que trabaja conmigo en Discos Amsterdam) y a Jorge Reverter, que he citado antes. Ellos se fueron a Australia y me contaron todas sus peripecias por un país que sigue siendo una asignatura pendiente para mí. También me convenció Migue de que debía incluir ésta tienda ya que, aunque yo no he estado físicamente, sí que tengo algún disco conseguido allí, precisamente los que él me trajo de Atlantics y Mike Furber, músicos australianos poco conocidos fuera de sus fronteras.
Por lo que me dicen, Mojo Music es mejor que Red Eye, su gente es más simpatica y tienen una buena selección de material importado de Japón (evidente, por su relación con ellos y su situación geográfica). Vemos en las fotos que es una tienda moderna con poca identidad en sus paredes, pero eso no debe ser un prejuicio para nosotros.


CONCERTO (AMSTERDAM)


Si preguntas por las calles de Amsterdam por una tienda de discos, apuesto a que el 90% de la gente te citará Concerto (e igual me quedo corto). Lo primero que averiguas cuando llegas es que ésta tienda tiene muchos años, que en sus paredes viven los vestigios de la cultura rock holandesa desde los 60. Lo segundo es que te das cuenta de que la tienda es muy bonita, extremadamente bonita, situada además en el barrio con más encanto de la ciudad y rodeada de románticos restaurantes y cafés (no confundáis con coffee-shops, yo no soy fumeta, ni me gusta ese ambiente).
Concerto es una casa antigua, cada estancia está dedicada a un tipo de sonido y para comunicarse entre ellas hay pequeñas escaleras, puertas del siglo pasado y muebles de madera antigua que contrastan con su voracidad por los grupos nuevos. Para entendernos, Concerto es la tienda para la gente joven de Amsterdam, gente que defiende el derecho de comprar discos (mayoritariamente en CD) y no ser tan vulgar de descargártelos sin pudor, pero también de gente mayor. En sus estanterías habitan los grupos de nueva generación, Heavy Metal, reediciones de casi todo y hasta clásica, todo perfectamente organizado. Está separada la sección de discos nuevos de la de segunda mano (tanto en vinilo como CD) y uno puede pasarse horas buscando y encontrando; hasta te vuelves loco en la sección de singles. Vale que a mí me gustan más Record Friend o Back Beat, pero eso es por lo que suelo buscar, la gente mayoritariamente se quedaría con Concerto. En todo caso yo he comprado cosas fabulosas para mí, como aquél buscado disco de The Outsiders que no había forma...


ACADEMY RECORDS (NEW YORK)


Después de la debacle y cierre de tiendas históricas en la ciudad de Nueva York, Academy es la que se llevó el gato al agua. Hay tres sucursales de distinto ideario, una cerca de la famosa "plancha", uno de los edificios más hermosos de NYC, el Flat Iron, pero ésa tienda sólo vende música sinfónica, lo que es todo un atrevimiento, aunque con la cantidad de snobs que hay allí, igual es un género que vende a mansalva; otra (la que aparece en la foto) estaba cerca de St. Marks Place, pero ahora se ha trasladado a la 2ª avenida, una zona boyante que antes era un auténtico peligro pisar, ésta tienda en un compendio perfecto entre discos de grupos indies y clásicos del rock, soul o blues, con buenos precios y bastante buen estado de conservación. Hago un paréntesis en ésto, muchas tiendas de Nueva York las omito porque, a pesar de tener miles de discos disponibles, la mayoría de ellos están muy deteriorados y pese a estar a 1 dólar, yo creo que hay que exigirse a uno mismo, cuando compra, un mínimo de calidad (en ese grupo están Rebel Rebel, Bleecker Records -que no es la misma que Bleecker's Bob- y otras que no recuerdo por la falta de interés que tienen para mi).
La tercera sucursal es la más apetecible, se encuentra en el barrio de Williamsburg, en Brooklyn, que ya de por sí merece una visita. Tengamos en cuenta de que la mayoría de nuevas bandas están emergiendo de aquella zona, Clap Your Hands Say Yeah, Here We Go Magic, Vampire Weekend, The Drums y un larguísimo etcétera. Como ésta tienda está enfocada al público más joven y debido a la zona geográfica, encontramos los mejores precios. Quizá las rarezas las envían a Manhattan, pero sí que podemos localizar muchos discos interesantes y casi gangas. Como historia jocosa, tienen unas cajas embaladas de cartón conteniendo sobre 50 o más vinilos que, si estás dispuesto a llevarte, te las regalan. Ni que decir tiene que al abrirlas, difícilmente encuentres algo que no merezca ir directamente al contenedor, pero puedes probar. Yo tuve la suerte de encontrar en el mismo momento que estaba en la tienda, un tipo que quería vender sus discos de Sir Douglas Quintet y, como había algunos que me faltaban a mi, le hice un ofrecimiento antes de que los enseñara a alguien de la tienda, una casualidad que me reparó varios discos muy valiosos por un precio razonable; cosa que a él le vino muy bien, ya que se los pagué muy por encima de lo que una tienda suele ofrecer. Todos contentos.


GENERATION (NEW YORK)


La esperanza para las jóvenes generaciones que prefieren comprar sus discos y escuchar mejor los sonidos que descargarlo de Internet y oír un sucedáneo de los discos en muy baja calidad. Esta tienda es moderna, en todos los sentidos, tiene una sección muy importante en Cd de grupos nuevos y reediciones, importando de los países más recónditos y manejando muy bien el catálogo americano. Pero también tiene una buena sección de vinilos en el sótano que, además, es grandísimo, no se puede uno imaginar cuando entra en la tienda que dentro sea tan extensa. Por si fuera poco, tienen una cantidad de camisetas para alucinar, no son las típicas de cualquier tienda al uso, posiblemente las encarguen ellos directamente, pero hay de los grupos independientes más inverosímiles, así como un montón de grupos de culto del pasado, junto a esto hay bastante merchandising de chapitas, parches, etc. todo muy para gente joven. Muy bien montada.
Ojo, que esto no quiere decir que no se pueda encontrar alguna maravilla original allí; yo, por ejemplo, me compré bastantes discos del sonide beatnick, como Ian & Sylvia, Mark Spoelstra o Tom Rush.


ROOKY RICARDO'S RECORDS (SAN FRANCISCO)


Una de mis debilidades, aunque reconozco que es una tienda excesivamente para "connoisseurs". Unas gavetas llenas de discos originales de los 50, una década olvidada para la mayoría de tiendas, con emblemáticos discos de Doo-Wop, sonido Crooner o Pop de Juke box que a mi, particularmente, me embelesa. Cientos de singles de grupos de chicas, cultivo para Mods de corazón que nos emborrachamos con piezas únicas que salen al mercado por bastantes dólares, pero da lo mismo; si hay que recoger calderilla en una esquina, estamos dispuestos a hacer el sacrificio; ya puestos hasta me quedo sin cenar varios días con tal de poder acariciar alguno de esos incunables que he podido comprar en ésta tienda de nombre rimbombante y latino que, desde luego, con tiene ninguna conexión con el mundo de la salsa ni nada por el estilo.
La decoración interior es una pasada, con tocadiscos de hace décadas y portadas de vinilos exóticos, un montón de cajoneras distribuidas por los exiguos 50 o 60 metros que tiene el chiringuito. He ido varios años distintos y siempre he encontrado gente en el mostrados de lo más peculiar, individuos que parecen salidos de American Graffity (bueno, no hay que olvidar que el Mel's original está en SF). Si quieres completar colecciones de Julie London, Frankie Avalon o el glorioso Dion DiMucci, éste es tu lugar.


RECO-FAN (TOKYO)


A esta tienda se le puede aplicar todo lo dicho anteriormente de Disk Union, por que son muy parecidas. Aquella tiene varios pisos pequeños y esta tiene una gran nave, pero sin fachada; hay que saber exactamente donde está ubicada ya que se encuentra en un sexto piso de un edificio y ni siquiera hay cartel bajo, sólo una placa de dimensiones bastante reducidas.
Como cualidad os diré que tiene una sección de singles japoneses como para pasar unas semana entera sin terminar de verlos. En una de las últimas ferias de discos de coleccionista europeas, uno de los discos más cotizados fue un single japonés de John's Children. Con esto os quiero decir que las ediciones japonesas son la repera, todos los vinilos de 7" llevan portada exclusiva para Japón, lo que quiere decir que su valor se multiplica geométricamente.
Por otra parte, si eres coleccionista de algún grupo determinado, especialmente de los 60/70, vas a encontrar un buen número de ediciones de tu banda favorita que sólo aparecieron en Japón, con su OBI (una especie de cinta que se coloca fuera de la funda) y, por supuesto, con alguna canción exclusiva. para marearse, vamos.


LOONEY TUNES (BOSTON)


La verdad es que las mejores tiendas de discos de Boston están localizadas en la ciudad colindante de Cambridge, donde está la universidad de Harvard, cosa lógica porque ahí está la población joven de la zona. Pero no tengo fotos de aquellas tiendas y he podido rescatar esta que veis de la impresión en papel, así como la siguiente me la ha pasado mi amigo Gaizka, cuando le mandé allí a escudriñar por sus estanterías el año pasado.
Cerca de Berklee, la cuna de los estudios para músicos, se encuentra Looney Tunes, una buenísima tienda de vinilos especializada en sonidos viejos de los 60, con precios menos exagerados que en Nueva York.
Allí me encontré la edición original de Joe Byrd And The Field Hippies, un tremendo disco de psicodelia que heredaba mucho de United States Of America, de donde venían.



ROUGH TRADE (LONDRES)


De visita obligada por el interés histórico reciente. Compañía de discos independiente, lugar emblemático de la escena inglesa y centro de reunión ahora en su ubicación de Shoreditch, el barrio emergente del nuevo Londres (la foto de arriba está tomada ahí).
Si buscas discos de grupos independientes, rollo indie, after punk, noise y sonidos contemporáneos, éste es tu lugar. Prácticamente todos los discos son nuevas ediciones y suelen tener algunos recomendados que valen la pena.
La más antigua Rough Trade esta en Portobello y es diminuta (foto de abajo), pero tiene todavía ese sello personal, aunque la otra sea grande y ostentosa.
Mi última adquisición allí fue un single EP de un grupo de neo garage inglés llamado The Bomps (muy bueno!!).


NUGGETS (BOSTON)


Otra buena tienda de Boston, muy parecida a Looney Tunes aunque algo menos organizada. Lo mejor es que le entran tantos discos que suele, de repente, colocar una barbaridad a precios risibles. Si en ese momento estás por ahí... suerte.
La foto de arriba está rescatada del papel original, porque hace de esto un montonazo de años, las de abajo me las pasó otro amigo.
Recuerdo que allí compré algún disco que me faltaba de Joan Jett y de los Beau Brummels, ah! y la edición doble original americana del Black Album de los Damned, que es más chula que la inglesa (que también tenía, por cierto).



HAPPY JACK (KYOTO)


Seguramente, si me dieran a elegir, en ese hipotético caso de la isla desierta, me quedaría a vivir en una calle de Kyoto llamada Tawaramachi; un laberinto interior cubierto con toda la esencia del Japón comercial, bien entendido. Miles de tiendas, mercados de comida, flores, librerías, regalos para entusiasmarse, restaurantes que te permiten conocer una de las gastronomías más lujuriosas del mundo moderno (y antiguo) y, claro, varias tiendas de discos.
Porque los japoneses son consumidores, les gusta comprar, les gusta comprar de todo, inclusive discos, benditos ellos. Yo recuerdo dos tiendas de discos especialmente, por no hablar de Joe's Garage, que he citado al principio de éste artículo y que está justo al salir de ésta calle; las otras dos son Toredra Records y ésta Happy Jack.
Bueno, permitidme que hable de Toredra; a la que fui la primera vez cuando estaba cerrada, que consistía en poner una redecilla por encima de las estanterías, muy sencilla para levantarla, pero estamos en Japón, a nadie se le ocurriría la deshonrosa opción de tocar algo que no le pertenece, ¡que envidia de gente! En Toredra hay un buen nivel de discos y CDs, especializada en rock progresivo y jazz de vanguardia.
Happy Jack es lo que esperas tras ver el anuncio en la calle, con la diana incluida. Una tienda de discos para coleccionistas de verdad, con las magistrales ediciones niponas y un estilo muy MOD, o sea, para babear.
Allí encontré algunos discos japos de Michel Polnareff, para seguir babeando.


FLASHBACK (LONDRES)


Una de las más gratas sorpresas que he tenido en mi último viaje a Londres, después de más de 20 veces que he visitado la ciudad, incluso escribí una guía musical  de allí y, casi por casualidad, descubrí está tienda porque estuve un par de días en un apartamento en el barrio de Angel, a pocos metros de Fashback.
Lo mejor es que lleva años abierta, que hace conciertos dentro, algo complicado debido a sus pequeñas dimensiones, pero se trata de una tienda absolutamente necesaria si hoy día vas a Londres. Discos de todas las características y a precios comprensibles, originales americanos y europeos en condiciones muy buenas.
Debo reconocer que a mí me hicieron padre el día que fui, y eso que me cuesta encontrar cosas en la vieja Europa, pero allí encontré originales de Roy Head, el Mann Made mono de Manfred Mann y, sobre todo, noté una increíble empatía con mi tienda, inclusive en la relación de camaradería con sus clientes, algo no muy habitual en los ingleses.
9 sobre 10, como mínimo!!




GROOVE MERCHANT (SAN FRANCISCO)


Otra tienda más de San Francisco, también situada en la mítica Haight Street, donde se movían Jerry García y sus Grateful Dead, Jefferson Airplane o Janis, pero la generación hippie dejó un legado esencial para entender una forma de vivir y de expresarse que continúa vigente en las calles de la ciudad más hermosa del universo, por eso perviven tantas y tantas tiendas de discos y por eso son tan buenas.
Groove Merchant está especializada en música negra, pero el soul tópico, sino las mezclas que derivan del funk, el jazz innovador de Miles and Co y las fusiones con bossa nova y latin groove que hace moverse a uno cuando la depresión le acucia. También tiene pop, pero siempre que se encuentre vinculado al sonido negro.
Magnífica tienda para pasar un buen rato oyendo lo que su dueño pone de fondo y encontrar alguna divinidad. La mía fue un Lp de War, su primer disco. Magistral tratado de funk callejero y despiadado.


SISTER RAY (LONDRES)


Reconozco que perdí el interés por esta tienda cuando cambió de nombre y, por tanto, de dueños; antes era Selecta Disc, una fantástica tienda con una selección de discos reeditados y de segunda mano que combinaba con la misma cantidad de CDs. Ahora la cosa parece igual, pero cambia un poco la selección, por lo que parece que no pagan igual los discos que les traen comparado con los antiguos dirigentes y, claro, la gente que se desprende de música en Inglaterra no lo hacen a cualquier precio, como en España, van de tienda en tienda para ver quién les da más; es preciso tener en cuenta que en esa misma calle hay varias tiendas que compran discos, como Reckless, que es también un lugar recomendable para visitar.
Sister Ray estaba al final de la calle Berwick, justo donde ponen el mercado, pero luego se hizo con Selecta Disc y dejó su antiguo local para otra tienda de discos, pero de maxis de dance y ese tipo de cosas que se me escapan.
Buena es, eso sí, la selección de camisetas sobre temáticas sonoras poco convencionales.
Lo último que recuerdo haber comprado allí fue un Lp de P.J. Proby que me faltaba.



Para acabar, pongo ésta foto de una tienda que ya ni recuerdo dónde estaba, creo que en Toronto, pero no estoy seguro. Imagino que es allí por las pintas desastradas que tengo y por la imagen de Arizona (si ve que he subido ésta foto, me mata). Y, por las bolsas, o venía de otra tienda, o compré varios allí.



HASTA AQUÍ LA SELECCIÓN DE TIENDAS DE DISCOS DE LAS QUE TENÍA IMÁGENES EN CONDICIONES.
EN UNOS DÍAS VOY A INTENTAR RESCATAR MUCHOS NOMBRES Y FOTOS DE TIENDAS QUE DEBO TENER EN PAPEL. EN UNOS DÍAS ESTARÁN COLGADAS