LA RADIO COMO SISTEMA DE COMPARTIR PASIONES

LOS 39 SONIDOS es un programa de radio que se escapa a las funciones tópicas de un espacio musical al uso. La idea es la de compartir sensaciones sónicas a través de un pequeño/gran club de apasionados por melodías creativas.
Combinando canciones del pasado con composiciones del presente, recuperando discos mágicos añejos y mezclando esos sonidos con algunos discos que surgen de ahora mismo y que nos dan a entender la necesitad de vibrar tanto con lo de antes como con lo que nos rodea, huyendo de las vulgares interpretaciones de las multinacionales, que corroen la creatividad.
Este es un programa de canciones, de buenas canciones, nuestras mejores amigas; pero también es un programa de gente que crea arte sónico, que hace discos eternos o, por lo menos, que son eternos durante un periodo que nos hace las cosas más dulces.
En fin, hablamos sobre sentimientos que provocan los decibelios, discos,canciones, discos y canciones.
LOS 39 SONIDOS se emiten cada lunes en directo, desde las 9 hasta las 12 de la noche y es grabado instantáneamente para ser colgado al día siguiente.
Pero, para degustar el programa en cualquier momento y desde cualquier lugar, lo mejor es ir a: http:los39sonidos.podomatic.com
Buen provecho!

domingo, 23 de marzo de 2014

15 DISCOS PARA ENALTECER ALMAS DORMIDAS

Aquí están otros quince LP's que suelo poner en mi Facebook. La idea es descubrir algunos discos vibrantes sin la necesidad de que estos sean característicos de ningún  movimiento determinado. Es decir, sion discos bueno por su propia existencia.
Algunos de ellos han sido utilizados para mi sección "Disco histórico" de Los 39 Sonidos.

The Common People – Of The People / By The People / For The People From The Common People (Capitol 1969)
Una obscuridad que refleja el nivel artístico de finales de los 60. Podían pasar desapercibidas obras excelsas como este Lp de un grupo desconocido aunque grabando en un sello potente. El único disco de The Common People es una alegoría a lo onírico del pop, a los desarrollos orquestales y a la química que envuelve sus composiciones, sobrecargadas de arreglos (muchos de ellos barrocos) y de voces aterciopeladas. Toneladas de cuerdas, violines sublimes y ambientes acogedores en un LP pensado para ser disfrutado al completo. Emocionante, esa es la palabra.

Todd Rundgren – Something / Anything? (Bearsville 1972)
Un malabarista del sonido; productor, arreglista y visionario. Sus inicios estuvieron marcados por la psicodelia de su primera banda, Nazz, con tres jugosos álbumes. Un preámbulo que se expandió con su carrera en solitario, que comenzó con genialidades como "Runt" y "The Ballad Of Todd Rundren", cristalizada en éste ejemplar doble LP repleto de canciones perfectas de pop incombustible, arreglos sofisticados y mucho reflejo del "Pet Sounds" de los Beach Boys. El paso de los años le dota de una vivacidad inusitada, ya que suena casi mejor ahora que en su momento. Grabado íntegramente por él mismo, no hay un sólo altibajo, todo el disco (los dos, vamos) roza lo sobresaliente sin complejos. Un genio mayúsculo.

Country Joe And The Fish – I-Feel-Like-I'm-Fixin'-To-Die (Vanguard 1967)
El hippismo combativo tuvo su epicentro en Joe McDonald y Barry Melton, dos personajes que se movían en terrenos de reivindicación y agresividad contra el poder establecido y, además, lo musicalizaban. Las canciones contra la guerra de Vietnam, las posturas anti gubernamentales y todas las acciones que movilizaban en San Francisco, eran consecuencia de una música vibrante y ácida que se disfruta en sus dos primeros LP's. Pero, lógicamente, no era sólo una banda de propaganda hippie, sino que sus canciones se sostenían por sí mismas; eran casi unos punks del sonido de San Francisco, nada que ver con los desarrollos de Grateful Dead o de los ambientes de Jefferson Airplane, ellos eran directos, intensos y urgentes. El sueño acabó, pero ellos le dieron una buena patada al trasero a quienes se lo cargaron.

Brian Eno – Here Come The Warm Jets (Island 1973)
Hace 20 años, cuando escribí un libro titulado "Los 100 mejores discos del Rock", intenté elaborar una lista más bien didáctica, menos sorprendente quizás, pero llena de discos evidentes y esenciales en la historia de la música. Ahora, posiblemente, cambiaría algunos de aquél listado, pero si uno permanecería sin alterar, ése sería este LP de un llamado "no músico", que resquebrajó las estructuras del pop para darle una ambigüedad asombrosa al entonces movimiento Glam. Eno había militado en los primeros tiempos de Roxy Music y sus experimentos con las cintas de grabación habían dejado boquiabiertos a casi todo el mundo; sus producciones, sus arreglos eran deslumbrantes e innovadores y por ello alcanzó un meritorio lugar como químico del sonido. Su primer álbum en solitario sigue sin ser superado, en una suerte de ambiente Glam, pequeños toques progresivos y sorpresas tras sorpresas. Con la ayuda de gente tan importante y versátil como Robert Fripp, Phil Manzanera, Robert Wyatt, etc... manufactura un trabajo que sigue inalterable con el paso del tiempo. Luego, tras tres fantásticos discos de "Pop", se recluyó en temas de ambient y producciones que, a pesar de darle notoriedad, mermaron su capacidad para componer aquellas piezas de pop marciano irreverentes y magistrales, como las que rebosan en este LP.

The Buckinghams – Time & Charges (Columbia 1967)
Procedentes de Chicago, estos 5 italoamericanos surgieron en la floreciente escena americana que coqueteaba con el Flower Power sin serlo. Todos querían beber de la fuente de la eterna esperanza californiana, pero a algunos les tocó vivir en ciudades inhóspitas (entonces) como Chicago o Detroit. Tras un LP con algún hit interesante, entregan un soberbio disco de canciones propias y algún cover. Y les sale redondo; un disco de contagiosa alegría, algo de soul, tintes velados de psicodelia y algunos estribillos memorizables. Incorporaron una sección de viento apasionante y poco común en los grupos de esas características.
Una delicia, vamos.

Close Lobsters – Foxheads Stalk This Land (Fire 1987)
Protagonistas de la última hornada del C-86, estos escoceses se marcaron dos vibrantes LP's de guitarras típicamente precursoras del Indie británico, pero también conectados con el ideario del rock neoyorkino de los 70. El sello Fire, una de las compañías esenciales de aquellos años, se fijó en ellos y les sacó este irresistible debút, con canciones repletas de ese frenesí escocés que cautivo las ondas a finales de los 80. Sus riffs de Rickembacker causaron una admiración unánime en la prensa, aunque ellos decidieron acabar con el grupo en plena efervescencia.


Kursaal Flyers – Chocs Away! (UK Records 1975)
La escena inglesa conocida como "Pub Rock" fue una especie de intersección entre el ocaso del Glam y el advenimiento del Punk. En muchos pubs británicos era costumbre que grupos tocasen en directo sólo por unas cuantas cervezas, aquello se conocía como "beer money", aunque siempre sacaban algo más, gracias al público asistente. De esa generación de grupos de pub salieron bandas incombustibles como Dr. Feelgood, Eddie & The Hot Rods, Ian Dury, Brinsley Schwarz, Ducks De Luxe, etc, etc... grupos de canciones directas que mezclaban sin pudor el R&B y el Power-Pop. Todos ellos fueron respetados por las hordas punk, que arrasaban contra todo y contra todos. Bueno, pues de ese fenómeno minoritario, una de las formaciones más brillantes eran estos Kursaal Flyres, con cuatro discos tremendos en su haber y un directo apabullante. Sus pintas eran extrañas, el vocalista parecía haber salido de una orquesta de swing de los años 40, con imagen de matón engominado, mientras que los demás eran prototipos de gente obrera, ruda y roquerizada. Y sus canciones... ah! sus canciones, eran odas grandiosas al pop inglés de toda la vida, con los tiznes propios de haber mamado a Beatles, Who, Stones, Kinks y todas las leyendas Made in England. Muy mala suerte tuvieron; no me explico todavía como ahora, con la perspectiva del tiempo, no se les ha glorificado.

Jellyfish – Bellybutton (Charisma 1990)
No es fácil hablar de Jellyfish, una banda por encima de lo sobresaliente compuesta por genios en mayúsculas que recreaban el pop beatliano con un toque de laboratorio casi inverosímil. Sus dos únicos discos están plagados de arreglos exuberantes, guitarras emocionantes y alguna connotación de power-pop, aunque bastante velada, así como la neo psicodelia que empleaban (eran de San Francisco, se debía notar en algo). Dudo que haya Lps más jugosos tras una sola escucha, los coros, los estribillos, las melodías, todo funciona al unísono en una sinfonía pop rebosante de magia. Ahora el sello Omnivore ha reeditado sus discos y nos ha regalado dos joyas más inéditas hasta la fecha, pero la portada que veis en la foto es la original. Roger Manning Jr, Jason Falkner y el incomprendido Andy Sturmer, manufacturaron gemas preciosas que fueron desgraciadamente reconocidas demasiado tarde. Obra absolutamente maestra, sin paliativos!!

Baker Gurvitz Army – The Baker Gurvitz Army (Vertigo 1974)
Músicos experimentados que habían pasado por grupos legendarios del rock británico forman esta banda a mediados de los 70. Ginger Baker había sido batería de Graham Bond Organisation y tuvo su momento culminante con Cream y con sus Air Force. Los hermanos Gurvitz eran viejos conocedores del sonido bluesy inglés, participantes en grupos como Sharks, junto a Chris Spedding. Pero la Baker Gurvitz Army eran otra especie de combo; interesados en explorar la instrumentación progresiva y texturizarla con altas dosis de blues y algunos engranajes de hard rock. Tres álbumes rebosantes de ingenio y unas instrumentaciones impecables que comienzan con este trabajo; uno de esos discos menores que, años después, se reconoce en su justa medida.

John Walker - If You Go Away (Philips 1967)
No le quedaron muchas oportunidades a John Maus cuando su amigo y compañero de banda, Scott Engel, decidió dar por finalizada su andadura con los Walker Brothers, trío del que tomaban su supuesto apellido. Scott era demasiado relevante como para poder coger el testigo de la banda o, si acaso, iniciar una carrera en solitario que acabaría en la comparación. Injusto. John era un gran cantante, no tenía una garganta prodigiosa como Scott, pero lo hacía francamente bien y su primer álbum en solitario así lo revela. Pero, evidentemente, no superó la prueba de la comparación, como decía antes. Repito, injusto. El trabajo de John en este LP es esmeradamente bueno, notable incluso, con canciones que desvelan ese intenso dramatismo por el amor perdido, por el dolor que inunda su alma y por la teatralización de la angustia. Después del fracaso poco se supo de aquél cantante de acompañamiento que vivió momentos de gloria junto a otro cantante que era demasiado portentoso. Injusto. El también amaba las canciones de desamor de Jaques Brel.

Cryan Shames – Synthesis (Columbia 1968)
Otro artefacto de pop regado con psicodelia dulce que despierta los sentidos. Procedentes de la zona de Chicago, iniciaron su andadura con un disco de corte beat muy influenciado por los sonidos de la invasión británica. A partir de su segundo discos comienzan a explorar ambientes más bucólicos difuminados por perfumes de experiencias opiáceas. Vamos, que experimentaban con las sustancias suficientes como para ver duendes por las ventanas. Y lo plasmaron perfectamente en su último y mejor disco. Un tratado para dibujar protozoos por las paredes.

Danny O'Keefe – Breezy Stories (Atlantic 1973)
Natural de Spokane, en el estado de Washington, a no muchos kilómetros de Seattle, pero radicalmente opuesta a esta ciudad. Porque en Spokane son cowboys en todos los sentidos. O'Keefe se inspiraba en el country para redondearlo con poemas de cotidianeidad al estilo de un James Taylor o un Don McLean. Tuvo un enorme éxito con una composición de sus primeros años, versioneada por el propio Elvis ("Good Time Charlie's Got the Blues"), pero se va perfilando su estilo de singer/songwritter a partir de su segundo disco, hasta lograr su menor inspiración con su cuarto álbum. Para los amantes de Poco, tras la partida de Richie Furay, Eagles o Carole King. Excelente letrista y músico de lo que se llamó soft-rock, este LP es un trabajo esmerado y de arreglos poco sofisticados.

Barry Ryan – Barry Ryan (Polydor 1969)
Uno de los reyes de los corazones adolescentes a finales de los 60; cantante de voz apasionada y teatral, Barry interpretaba las canciones de su hermano Paul con un cargamento de arreglos bizarros y posturas de manierismos andróginos. Sí, era como precursor del Glam, o algo así. Su canción estrella fue "Eloise", de una grandilocuencia aplastante y, aún así, explosiva. El álbum homónimo, que publicó el mismo año de su debút, es un disco plagado de buenas canciones, que nacen en el beat británico y acaban caminando por senderos de corte ampuloso, arreglos exuberantes y la voz de Barry entregada a la dramatización. ¿El comienzo del Glam? puede que sí.

Tom Rush – The Circle Game (Elektra 1969)
Adalid del Folk americano de tintes políticos, Rush era mucho más que un cantante de arengas beatnicks. No compartió demasiado con otros congéneres de la época, como Phil Ochs, Arlo Guthrie o Dylan, aunque coincidió con éste en buscar arreglos eléctricos a sus melodías. La madurez artística le llega a partir se su cuarto álbum, donde nutre a sus canciones con elevadas dosis de intensidad, letras más mundanas y melodías envolventes.

Chris Spedding – Hurt (Rak 1977)
Guitarrista todoterreno que fue requerido por la flor y nata del rock británico desde finales de los 60 hasta su explosión como intérprete. Comenzó con el sonido progresivo de Battered Ornaments y tuvo grandes momentos con su banda de hard, Sharks; incluso inició una trayectoria en solitario con tres discos arriesgados aunque quizá faltos de grandes canciones. En 1976 se replantea todo y comienza una nueva andadura, inspirándose en el sonido neoyorkino y combinándolo con toques de rock-a-billy 50's. Su primer Lp en esa tesitura ya es magnífico, pero es con su segundo álbum con el que logra un trabajo redondo, con grandes canciones que caminan entre el power-pop, el rock primitivo y el underground de Nueva York (a pesar de ser inglés). Podría haber sido un Lp de singles, ya que está plagado de canciones que difícilmente se te olvidan


















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